¿Qué cambios introduce la IV Revolución Industrial en las relaciones laborales?

Desde hace varios años, ha quedado claro que los cambios tecnológicos y sociales tan importantes que estamos viviendo se encuadran claramente en una nueva Revolución Industrial o Revolución 4.0. Todas las Revoluciones Industriales se han caracterizado por un avance realmente significativo en las formas y métodos de producción, así como en los niveles de productividad y han traído aparejadas grandes cambios sociales.

Esta cuarta Revolución Industrial no ha sido ajena a todo esto y se ha unido durante muchos años a una profunda y grave crisis económica mundial, seguramente la más profunda y duradera desde el Crack del 29 que trajo la Gran Depresión.

Sin duda, uno de los cambios que más consecuencias va a generar dentro de esta nueva Revolución 4.0 vaya a ser la robotización de muchos de los puestos de trabajo que existen actualmente.

Varios estudios señalan que en el 2030 (apenas en una década) el 75 por ciento de las profesiones serán nuevas o, dicho de otra manera, van a desaparecer el 75 por ciento de las profesiones y oficios que existen actualmente, ya que este trabajo va a ser realizado por máquinas robotizadas.

Eso implica necesariamente dos escenarios. El primero, que un amplio espectro de las empresas que existen actualmente van a tener que incorporar alta tecnología si no quieren quedarse irremediablemente atrás. Y, el segundo, que un gran número de personas de la población activa van a tener que reciclarse y aprender nuevos oficios para no quedarse fuera del mercado laboral.

Como podemos ver, estos cambios van a tener que ser asumidos por ambas partes de las Relaciones Laborales, nadie va a poder ser ajeno al cambio si quiere sobrevivir. La pérdida de profesiones y el nacimiento de otras nuevas, no es algo propio de esta época, se ha producido históricamente de la mano de los avances tecnológicos, pero nunca había sido tanta y en tan poco tiempo.

Las empresas tendrán que asumir nuevos procesos productivos, lo que trae de la mano inversión en maquinaria y tecnología y la búsqueda o formación de trabajadores que conozcan o aprendan los nuevos oficios que nacerán de la mano de las nuevas tecnologías. La inversión en formación y en información será un pilar fundamental de cualquier empresa que busque el éxito.

Por otro lado, los trabajadores tendrán que abrir su mente y estar en constante aprendizaje porque muchos de ellos tendrán que empezar de cero en nuevas profesiones ya que sus anteriores empleos serán ocupados por máquinas. El conocimiento y, sobre todo, la capacidad de adaptación al cambio van a ser las dos habilidades fundamentales de los trabajadores del futuro. Los jóvenes van a tener más fácil esta adaptación, ya que la tecnología es algo intrínseco a sus vidas, mientras que las generaciones más mayores van a tener que hacer un gran cambio de mentalidad para afrontar los cambios que se avecinan.

Otro de los importantes cambios que nos vamos a encontrar serán las nuevas maneras de recibir e impartir formación, ya que en algunos casos debido a la propia novedad de la tecnología se irá aprendiendo “sobre la marcha” con autoformación o formación no reglada. Pero lo importante es no quedarse “descolgado” y adaptarse a todo lo que está por venir. El futuro va a ser apasionante.

Autora: Rosario Trasobares Almagro, Consultoría Jurídico-Laboral neobis