Sostenibilidad del sector de impresión, buenas prácticas

La sexta edición trienal de la Memoria de Sostenibilidad del Papel publicada por ASPAPEL es una clara apuesta del sector por la bicircularidad descarbonizada
Como novedad, en esta edición de la Memoria de Sostenibilidad han colaborado organizaciones y empresas de la cadena de valor del papel que aportan información sobre la situación, hitos principales y buenas prácticas en materia de sostenibilidad en sus respectivos ámbitos.

En los sectores de impresión y etiquetas, la Asociación Empresarial de la Comunicación Gráfica, neobis, colaboró ofreciendo datos sobre la gestión de las buenas prácticas que se llevan a cabo es ese subsector.

Un sector comprometido con la transición energética

Por su actividad, las empresas de impresión tienen un gran consumo energético que les ha supuesto un coste reputacional, cuando en realidad estas empresas han invertido muchos recursos para desarrollar métodos y tecnologías que reduzcan el impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad.

Han incorporado dentro de sus estrategias medidas para la minimización de huella de carbono a nivel producto y a nivel organización. Las medidas de eficiencia energética se han implantado desde oficinas y talleres hasta la maquinaria.

En línea con acuerdos multilaterales y estrategias nacionales, se han dado pasos para avanzar hacia la descarbonización mediante la instalación de placas solares y con la contratación de suministro energético 100% renovable.

Propuesta de valor atractiva y sostenible

Como el resto de las empresas de la cadena del papel, las empresas de impresión gráfica y etiquetas se enfrentan a una dificultad de atracción y retención de talento nuevo. Aunque es cierto que, de manera global, ha cambiado el perfil de la demanda de empleo tanto por las expectativas de las nuevas generaciones como por las necesidades que se crearon a partir de la pandemia, también se ha demostrado que las empresas pueden movilizar recursos para adaptarse a circunstancias disruptivas y adoptar medidas más flexibles.

Las tendencias en la evolución de la demanda de empleos muestran que se prefieren empleos que ofrezcan equilibrio entre la vida laboral y personal en empresas con propósitos ambientales y/o sociales. El sector ya ha evolucionado en criterios que los stakeholders consideran importantes, invirtiendo en la reducción de impactos de la actividad en el medio ambiente y en el aumento de medidas de seguridad para evitar accidentes laborales.

Se puede considerar un sector atractivo porque el cuidado de la naturaleza (específicamente de los bosques) es inherente a su crecimiento económico y a ello se suma que ofrecen una retribución interesante y reconocimiento profesional continuo.

La pandemia ha acelerado los procesos de cambio dentro de la empresa, han aumentado las medidas de conciliación y flexibilidad a través de toda la estructura organizacional y los puestos de trabajo han evolucionado con resultados positivos en el desempeño de las personas.

Aún queda lugar para la mejora de la sostenibilidad de los materiales auxiliares en los productos y en la tecnología, que se mantiene a través del firme compromiso con la innovación. Queda poner los esfuerzos para impulsar la diversidad generacional del sector.

Papel y cartón: productos sostenibles por excelencia

El papel y el cartón llevan en su ADN el concepto de economía circular, que se extiende por toda su cadena de valor. La misma actividad depende y promueve la buena gestión de los bosques a través de certificaciones de origen y de cadena de custodia.

La materia prima principal de los productos de papel y cartón es biodegradable y reciclable por naturaleza. Para el resto de los consumos de materiales auxiliares que se necesitan para la presentación del producto final, las empresas priorizan el uso de materiales que contengan menos contaminantes, como en el caso de las tintas. O cuando el mercado todavía no ofrece certificaciones de responsabilidad ambiental o social, se cuida trabajar con productos fabricados en zonas sin riesgo donde la legislación avala los orígenes responsables.

Por defecto, el sector del papel ofrece una amplia gama de productos certificados, lo cual le da una ventaja frente a otros productos ya que en los últimos años se ha potenciado la incorporación de criterios sostenibles en las compras de los clientes.

Además, se mantiene un compromiso con la innovación para utilizar y desarrollar materiales más respetuosos con el medio ambiente.


Memoria de Sostenibilidad del Papel

Nueva Memoria de Sostenibilidad del Papel: La apuesta sectorial por la bicircularidad descarbonizada

Descarbonización del proceso potenciando biomasa y biogás como combustible, ecogeneración con hidrógeno verde e integración de instalaciones de generación de electricidad renovables

En su sexta edición trienal, la Memoria de Sostenibilidad del Papel se estructura en torno a los cuatro ejes de actuación estratégicos del sector: gestión forestal sostenible, proceso productivo eficiente y responsable, generación de riqueza y contribución a la calidad de vida y liderazgo en recuperación y reciclaje. En esta nueva edición se ha ampliado el foco, con la colaboración de organizaciones y empresas de los distintos eslabones de la cadena de valor, para recoger las principales tendencias de sostenibilidad en sus respectivos ámbitos.
La Memoria de Sostenibilidad del Papel que publica ASPAPEL —en palabras de la presidenta de la asociación, Elisabet Alier— “refleja el compromiso del sector papelero con la economía circular y la descarbonización, un camino jalonado de logros y oportunidades como el uso de materia prima local, renovable y neutra en carbono; las muy altas tasas de reciclaje, o el haber logrado desacoplar las emisiones de carbono del crecimiento de la producción, así como el creciente proceso de sustitución de materiales que protagoniza el papel como alternativa a  productos  no renovables y no biodegradables”.
•Las emisiones de CO2 se han reducido un 25% con respecto a 2011, las de NOx un 52% y las de SOx un 86%
•Materias primas locales y renovables: el 97% de la madera y el 71% del papel para reciclar son de procedencia local y el resto de otros países UE
•Productos certificados que se reciclan masivamente: el 62% del papel ya es certificado y se recicla el 78% del papel que se consume

En neobis tienes a tu disposición los ejemplares que necesites


ITENE descontaminación de papel

ITENE desarrolla técnicas de descontaminación de papel y cartón para favorecer su reciclaje

El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) ha desarrollado con éxito un conjunto de nuevas técnicas para aprovechar y valorizar residuos biodegradables, procedentes tanto de papel y cartón como de fracciones orgánicas de origen urbano, para reintroducirlos en el ciclo productivo con un enfoque de economía circular gracias al proyecto BIOSUST.

En concreto, este proyecto de ITENE, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), ha logrado identificar las técnicas adecuadas para descontaminar las pastas papeleras de los contaminantes que dificultan su uso para aplicaciones de contacto alimentario. Se trata de los hidrocarburos saturados de aceite mineral (MOSH) y aromáticos (MOAH), que provienen en gran parte de las tintas empleadas en papel y cartón.

Asimismo, en el marco de BIOSUST se han introducido mejoras en las técnicas de compostaje industrial que permiten obtener un compost de mayor calidad en menos tiempo. Para ello se han tomado muestras poblacionales en las distintas etapas del proceso para distintos tipos de sustratos (celulósico y polimérico), determinando qué población microbiana está presente en cada una de las etapas para su posterior aislamiento, cultivo e inoculación.

Por último, para conseguir el máximo aprovechamiento de la materia orgánica contenida en los residuos de origen urbano se ha trabajado en la monitorización de la degradación de dicha materia a través de sensores que evitan que se transformen en productos químicos no aprovechables.

Adicionalmente, desde ITENE se ha abordado el aprovechamiento de este tipo de residuos en aplicaciones de alto valor añadido a nivel industrial (precursores, productos técnicos, polímeros, alcoholes, etc.) mediante procesos de hidrólisis (reacción química en la que el agua actúa sobre otra sustancia para formar una o más sustancias nuevas) y fermentación. Esta tecnología permitirá obtener valor de los residuos orgánicos urbanos recogidos tanto de la recogida en masa (contenedor gris) como de los nuevos sistemas de recogida selectiva de orgánico (contenedor marrón).


infraestructura verde urbana neobis

¿Qué es la infraestructura verde urbana?

La sociedad humana se sustenta en los beneficios que aporta la naturaleza: alimentos, materiales, agua limpia, aire puro, regulación climática, prevención de inundaciones, polinización y lugares de recreo (Comisión Europea, Bruselas, 2013). A estas alturas, con nuestras playas recibiendo las primeras oleadas de micro plásticos y con una primavera y un otoño cada vez más imprevisibles y cortos, a nadie le deben resultar extrañas esas palabras y que el cuidado del medioambiente, pese a las dudas de algunos, debe ser una prioridad global. La infraestructura verde es una de las medidas planteadas por UE para proteger el capital natural de nuestros territorios y asegurar nuestra sostenibilidad a largo plazo. Pero… ¿Qué es?

Infraestructura verde: una red de zonas naturales, seminaturales y de otros elementos ambientales; planificada de forma estratégica, diseñada y gestionada para la prestación de una extensa gama de servicios como los que proporciona un ecosistema natural.

En resumen, la infraestructura verde aporta beneficios ecológicos, económicos y sociales mediante soluciones naturales.

¿Cuáles son esos beneficios?

Entre otros, la infraestructura verde aporta aire puro y un agua de mejor calidad a los entornos urbanos, disminuye el desarrollo de enfermedades transmitidas por vectores y refuerza el desarrollo regional y urbano, manteniendo o creando puestos de trabajo (The Multifunctionality of Green Infrastructure, 2012). En grandes ciudades, otro de sus beneficios es reducir la huella de carbono del transporte y del suministro de energía.

En el caso de la infraestructura verde urbana hablamos de incorporar espacios verdes, o azules en el caso de los ecosistemas acuáticos, y otros elementos físicos naturales en construcciones o infraestructuras que hace unos años se habrían llevado a cabo únicamente con asfalto, ladrillo y hormigón, es decir, integrar sistemas naturales en el paisaje urbano de las ciudades. Pero, no hay que confundir el concepto con únicamente la construcción de jardines, estos proyectos deben tener una funcionalidad ecosistémica.

Un beneficio claro de la infraestructura verde urbana es que ayudará a combatir el cambio climático en las ciudades, entornos especialmente vulnerables a eventos extremos como las lluvias torrenciales o las olas de calor.

Algunos ejemplos internacionales son: el nuevo aeropuerto de Nueva Delhi, con un gran corredor verde en su carretera de acceso, el “aeropuerto” para pájaros en Tianjin que permite descansar y beber a las especies en migración, los jardines verticales que permiten crear espacios verdes en zonas con poca superficie disponible, como el más alto del mundo, en el Distrito 23 de Singapur, el City Hall de Seúl, configurado para que un 40% del edificio sea un parque de uso público o ya un clásico, el edifico ACROS en Fukuoka, Japón. A nivel nacional un buen ejemplo es el jardín de lluvia en el Palacio de Congresos de Vitoria.


Portada Memoria Sostenibilidad del Papel

Quinta edición de la Memoria de Sostenibilidad del Papel

ASPAPEL ha presentado la quinta edición trienal de la Memoria de Sostenibilidad del Papel que abarca temas de descarbonización del proceso productivo, materias primas locales y renovables, productos sostenibles certificados que se reciclan masivaente.

Esta quinta Memoria de Sostenibilidad del Sector Papel cubre el período 2015-2017, actualizando la evolución de los datos recogida en la memoria anterior, publicada en 2015. La memoria se viene editando cada tres años desde 2005 y desde 2008 se publican también actualizaciones anuales de los principales contenidos.
Con la edición en 2005 de su primera Memoria de Sostenibilidad, ASPAPEL puso en marcha una iniciativa pionera. Ningún sector había hecho antes un ejercicio similar de transparencia: de hecho, la de ASPAPEL fue la primera memoria sectorial de sostenibilidad que se editó en España.

Partiendo del concepto de economía circular, el compromiso del sector con la sostenibilidad se basa en cuatro ejes: gestión forestal sostenible (GF), proceso productivo eficiente y responsable (PP), liderazgo en recuperación y reciclaje (LR), y generación de riqueza y contribución a la calidad de vida (GR). En torno a estos cuatro ejes se organiza en cuatro capítulos la información relativa a los asuntos que son materialmente relevantes e incluyen aspectos que directa o indirectamente tienen un impacto en el desarrollo sostenible del sector. De este modo, la memoria contempla las cuestiones fundamentales relativas a la sostenibilidad, en el ámbito económico, medioambiental y social.

A través de las empresas del sector, se recopila información sobre cada uno de los contenidos, y el dato agregado es el que se incorpora a la memoria. La naturaleza de la organización, dado que se trata de una asociación sectorial, ofrece la ventaja de ofrecer un planteamiento global de ámbito sectorial, que —como se ha comprobado en ediciones anteriores— sirve de modelo y estímulo para que empresas del sector, a su vez, publiquen sus propias memorias con sus datos individuales.

La industria de la celulosa y el papel es una bioindustria circular que lidera la descarbonización industrial. En la industria papelera se produce una doble circularidad: la circularidad natural de su carácter bio (fabricación de bioproductos procedentes de fuentes naturales renovables) y la circularidad social e industrial del reciclaje (bioproductos reciclables que tras su uso se reciclan masivamente), según recoge la Memoria de Sostenibilidad del Papel que publica ASPAPEL.

DESCARBONIZACIÓN

HOJA DE RUTA

La industria española y europea de la celulosa y el papel se plantea en su Hoja de Ruta 2050 el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 80% con respecto a 2015. Esta reducción de emisiones se refiere tanto a las emisiones directas como a la electricidad comprada y el transporte, que en 2015 suponían para el sector en Europa 49 millones de toneladas de CO2. El objetivo de que estas emisiones desciendan para 2050 hasta los 12 millones de toneladas supone una reducción de 37 millones de toneladas de CO2 en el conjunto de la industria europea de la celulosa y el papel.

La Hoja de Ruta contempla que el 60% de esa reducción se obtendrá con la mejora del mix de combustibles gracias a la creciente utilización de combustibles bajos en carbono o libres de carbono, la eficiencia energética con mejoras de proceso que incluyen la transición a la industria 4.0, la potenciación de la cogeneración para flexibilizar la demanda y la aplicación de tecnologías emergentes innovadoras. Otro 30% de la reducción procederá de la reducción de las emisiones indirectas por compra de electricidad, de forma paralela a la descarbonización del sector eléctrico europeo. Y el 10% restante vendría a través del transporte, con medidas de eficiencia, uso de combustibles menos contaminantes, mejora de infraestructuras, intermodalidad, etc.

ENERGÍA

La industria de la celulosa y el papel es electrointensiva y gasintensiva y lidera la descarbonización de la industria. En el proceso de descarbonización en que está inmerso el sector papelero en España y en el resto de Europa el mix de combustibles, la cogeneración y la eficiencia energética son clave en la reducción de las emisiones de CO2.

En el proceso papelero se generan cortezas, lignina y restos de fibras no aptos ya para el reciclaje que se utilizan crecientemente como combustible en las propias plantas, lo que convierte al sector papelero en el mayor productor y consumidor industrial de biomasa en nuestro país. Actualmente el 33% del combustible utilizado en el sector es biomasa o biogás, frente a un 23% hace una década. Y el resto del combustible empleado es gas natural.

El sector papelero produce la mayor parte de la energía que consumen sus fábricas en plantas de cogeneración situadas al lado de las instalaciones fabriles que suman en su conjunto 1.086 MW de potencia instalada. La cogeneración es una MTD (mejor tecnología disponible), que produce a la vez electricidad y calor útil en forma de vapor, optimizando el uso de combustible, de manera que ahorra energía primaria y reduce las emisiones.  Se trata de un sistema de generación distribuida de electricidad de alta eficiencia energética, que para el sector papelero es una herramienta de eficiencia medioambiental y económica y un instrumento de competitividad, dados los tradicionalmente altos costes de la electricidad industrial en España.

SUSTITUCIÓN DE MATERIALES

Los consumidores del siglo XXI buscan productos naturales, renovables, reciclables y biodegradables que sean bajos en carbono. Pocos productos como los papeleros cumplen satisfactoriamente estos requisitos. Por esta razón, el papel está sustituyendo
crecientemente en numerosas aplicaciones a productos intensivos en carbono procedentes de recursos fósiles no renovables.

Las últimas tendencias en la industria de la celulosa y el papel en lo que se refiere a nuevos productos se centran en la oferta de bioproductos bajos en carbono y se desarrollan en tono a cinco líneas de innovación: uso de fibras de celulosa de nuevas fuentes naturales, biocomposites, electrónica impresa y nanotecnología, nuevos conceptos de packaging y nuevos productos con prestaciones innovadoras para la vida diaria.

LA BIOECONOMÍA CIRCULAR DEL PAPEL

Bioindustria circular significa materias primas renovables, productos sostenibles, uso eficiente de los recursos y todo ello desde un enfoque circular. Este doble concepto es un potente instrumento para acelerar el progreso hacia una economía baja en carbono. Y en esta transformación industrial, la bioeconomía circular del papel es un claro referente llamado a liderar la nueva economía.

La bioindustria circular de la celulosa y el papel española emplea como materia prima 1,9 millones de toneladas de celulosa y 4,4 millones de toneladas de papel usado para reciclar (en toneladas de celulosa equivalentes). El 70% de la materia prima empleada por la industria papelera española es fibra reciclada y el 30% fibra virgen de madera certificada (63%) y en todo caso de madera de origen controlado procedente de aprovechamientos legales.

LÍDERES EN RECICLAJE DE PAPEL Y CARTÓN

Los datos clave para medir el nivel de reciclaje son cuánto papel y cartón del total que se consume en España se recoge para reciclarlo una vez usado y cuánto recicla nuestra industria papelera, es decir, cuánto papel para reciclar utiliza como materia prima. Y en ambos, España saca muy buena nota.

La tasa de recogida (papel que se recoge para reciclar en porcentaje sobre el consumo total de papel) se ha movido en España en los últimos años en torno a la media europea e incluso por encima. Y en lo que se refiere a la tasa de reciclaje (consumo de papel para reciclar utilizado como materia prima en porcentaje sobre el consumo total de papel y cartón) cuya media europea en 2017 fue del 62%, la superamos actualmente en doce puntos (74%), no en vano nuestra industria papelera es la tercera más recicladora de Europa en volumen.

La recogida selectiva municipal de papel y cartón en España es un caso de éxito de ámbito europeo. El sistema del contenedor azul, reforzado por las recogidas puerta a puerta del pequeño comercio y por las recogidas complementarias en colegios y dependencias municipales, ha demostrado ampliamente su eficacia.

La fortaleza e idoneidad de nuestro sistema y el compromiso y colaboración de todos los agentes implicados nos permitirán sin duda afrontar con éxito los cambios que se están produciendo en el mercado internacional del papel para reciclar. China ha desarrollado un plan de mejora de sus sistemas de recogida municipal y ha apostado por mayores exigencias de calidad en sus importaciones del papel para reciclar. Esta doble estrategia del gigante chino tiene una repercusión global, desincentivando los sistemas de recogida que generan un material de peor calidad que tiene cada vez más difícil salida.

La industria papelera española, gracias a su gran capacidad recicladora, garantiza el reciclaje en España de todo el papel y cartón recogido selectivamente, que cumpla con los estándares europeos de calidad, es decir, con la norma europea EN 643.

CIRCULARIDAD EN LA GESTIÓN LOS RESIDUOS DEL PROCESO DE FABRICACIÓN: EL 81% SE VALORIZA

La política de gestión de los residuos del proceso se orienta en primer lugar a su minimización, con el control de calidad de la materia prima y la implantación de mejoras en el proceso de fabricación. Con respecto a los residuos generados, el objetivo es ampliar las opciones disponibles para su valorización y minimizar el depósito final. La eliminación de los residuos en vertedero controlado solo se contempla cuando ninguna otra vía es posible. El porcentaje de residuos con destino a vertedero se ha reducido de manera muy importante, pasando del 38% hace una década al actual 19%.

Actualmente el 81% de los residuos de fabricación se valorizan por distintas vías: valorización energética fundamentalmente en la propia fábrica (39%), uso como materia prima en otras industrias como la cementera o la cerámica (9,1%), uso directo agrícola (8,8%) y compostaje (7,3%). Es destacable el gran avance producido en el uso de estos residuos como combustible en la propia fábrica, que ha pasado de apenas un 0,5% en 2008 al 36,7%.

MADERA PARA PAPEL Y CERTIFICACIÓN FORESTAL EN ESPAÑA

Para la producción de fibra virgen (celulosa) se utilizan en España 5,5 millones de  m3 de madera. El 98% de esta madera procede de plantaciones locales de pinos y eucaliptos. La madera de pino es en su totalidad de procedencia local, así como el 97% de la madera de eucalipto (el 3% restante procede de plantaciones de eucalipto de otros países europeos). Y la totalidad de la madera utilizada por el sector proviene de aprovechamientos legales y de controlada trazabilidad.

Se trata además en un alto y creciente porcentaje de madera con certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC): la madera certificada consumida por el sector asciende al 63%, y en el caso del eucalipto supone el 75%.
Están certificados el 100% de las fábricas de celulosa y de los proveedores de celulosa, el 92% de los proveedores de madera del sector y el 75% de las fábricas de papel. Y por lo que se refiere a los productos, el 56% de la celulosa de mercado y el 61% del papel puesto en el mercado está certificado.

PLANTACIONES DE MADERA PARA PAPEL Y DESARROLLO RURAL

Las 512.481 hectáreas de plantaciones donde se cultiva la madera para fabricar papel son grandes sumideros de CO2, con 46 millones de toneladas de CO2 equivalente fijadas, contribuyendo a frenar el cambio climático, que según recientes encuestas es ya la principal preocupación medioambiental de los ciudadanos.

Frente al creciente despoblamiento y envejecimiento rural, las plantaciones locales de madera para papel son un motor de desarrollo y un foco de creación de empleo y riqueza. Las tareas de repoblación y selvicultura suponen 5.526 empleos directos, a los que hay que sumar 17.780 empleos indirectos en maquinaria, transporte, talleres… Estos 23.306 empleos permiten fijar población en áreas deprimidas, colaborando a paliar la despoblación creciente. Las plantaciones también contribuyen a las rentas de los en su mayoría pequeños propietarios forestales de forma significativa.

CREACIÓN DE EMPLEO Y RIQUEZA

España es uno de los grandes productores europeos de celulosa y papel, con 68 fábricas de papel y 10 plantas de producción de celulosa. El 57% de la celulosa y el 43% del papel que se fabrica en España se destinan al comercio exterior, que representa el 56% de la facturación.

La bioindustria circular de la celulosa y el papel tiene un importante efecto multiplicador en la economía a través de una potente cadena de valor desde las plantaciones de madera para papel, pasando por la fabricación de celulosa y papel y los diferentes tipos de industrias y servicios sectoriales (industrias transformadoras, publicidad y marketing directo, impresores, editores), hasta la logística de entrega (servicios postales y de correos), cerrando el ciclo con la recuperación de los residuos de papel y cartón y su vuelta a las fábricas papeleras.

La aportación global (directa + indirecta + inducida) a la economía de esta potente cadena de valor supone el 4,5% del PIB y genera uno de cada cincuenta empleos en nuestro país, según un reciente estudio de CEPREDE para las organizaciones de la cadena. Asimismo, cuatro de cada cincuenta euros que factura la industria y uno de cada cincuenta euros que recauda el Estado vía impuestos o cotizaciones sociales en España están relacionados con la actividad de la cadena de valor.

El empleo en la bioindustria circular de la celulosa y el papel se caracteriza por la estabilidad y la baja rotación. Actualmente el 89% de la plantilla corresponde a empleados con contratos indefinidos y el 11% son empleos temporales. Uno de cada tres empleados (31,4%) lleva más de 20 años en la empresa y tres de cada cinco (61,6%) tienen más de 10 años de antigüedad.

Descárgate aquí la Memoria de Sostenibilidad del Papel


tala ilegal de madera neobis

Las empresas neobis luchan contra la tala ilegal

La tala ilegal es un problema generalizado que suscita gran inquietud a nivel internacional. Supone una grave amenaza para los montes porque contribuye al proceso de deforestación y de degradación de los bosques. Responsable de aproximadamente el 20 % de las emisiones mundiales de CO2 es un riesgo para la biodiversidad y debilita la gestión y el desarrollo sostenibles de los montes, incluida la viabilidad comercial de los agentes que desarrollan su actividad con arreglo a la legislación aplicable. También contribuye a la desertificación y a la erosión del suelo, y puede acentuar los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones.

Desde 2013, para luchar contra este problema de tala ilegal, Europa dispone del REGLAMENTO (UE) No 995/2010 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 20 de octubre de 2010, más conocido como el Reglamento de la Madera de la Unión Europea (EUTR), que prohíbe la comercialización en el mercado europeo de madera aprovechada ilegalmente, con la finalidad de hacer frente al problema de tala ilegal que hay a nivel internacional.

¿Qué exige el Reglamento de la Madera de la Unión Europea contra la tala ilegal?

Basándose en un enfoque sistemático, los agentes (empresas o personas físicas) que comercializan por primera vez en el mercado interior europeo madera y productos de la madera (papel incluido) deben tomar las medidas necesarias para cerciorarse de que no se comercialicen en el mercado interior madera aprovechada ilegalmente provenientes de tala ilegal y productos derivados de esa madera.

Para ello es necesario disponer de un sistema de diligencia debida. Un de sistema de control que debe incluir tres elementos inherentes a la gestión de riesgo: acceso a la información, evaluación del riesgo y reducción del riesgo detectado.

¿Cómo afecta a las empresas gráficas este Reglamento?

Si importamos papel, somos considerados agentes, deberemos desarrollar un sistema de diligencia debida, y además, anualmente, antes del 31 de marzo presentar una declaración responsable de acuerdo al Real decreto 1088/2015, ya que este establece la obligación a todos los Agentes EUTR de cumplimentar y comunicar en tiempo y forma a la autoridad competente de la comunidad autónoma donde tenga su sede social, la información contenida en el anexo I de dicha norma.

Si no importamos y compramos únicamente a distribuidores europeos la norma nos cataloga como “Comerciantes” y nuestras obligaciones se limitaran a mantener información sobre nuestra cadena de suministro de papel, debiendo identificar a los agentes que han intervenido, esto es, identificar a nuestros proveedores de papel.

Si estamos certificados en FSC o PEFC, ya dispondremos de un DDS y prácticamente cumpliremos con el reglamento, a falta de presentar la declaración responsable si es que importamos papel de fuera del territorio de la UE.

Se baraja que en un futuro cercano el reglamento EUTR extienda su alcance también a los productos impresos terminados, no solo al papel y la madera, por lo que operaciones como la importación de libros desde el exterior de la UE estarían sometidas a los mismos controles que la importación de papel o cartón.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis


almacenando químicos legalmente

Almacenar químicos legalmente en las imprentas

Cuando alguien ajeno al sector gráfico piensa en productos químicos usados por una imprenta, lo primero que le suele venir a la cabeza son las tintas, ya que desde siempre, éstas han tenido fama de contaminantes y peligrosas.

Sin embargo, a la hora de lidiar con productos químicos, no son las tintas lo que más debe preocupar a un impresor, puesto que éstas cada vez son menos contaminantes e incluso en algunos casos no son ni siquiera peligrosas, como pasa con aquellas gamas aptas para uso alimentario. Son los productos químicos complementarios al uso de esas tintas los que pueden provocar más de un dolor de cabeza a los impresores y éstos productos no siempre reciben la atención que merecen.

Aunque cada vez la maquinaria de impresión es más avanzada, más optimizada y más eficiente, es difícil conseguir una imprenta que no necesite químicos, ya sean limpiadores, aditivos, diluyentes de tintas, etc. Incluso en el offset sin agua o en las máquinas digitales, dependiendo del modelo, se requieren el uso de productos con una codificación de peligro o frase de riesgo y según el término más actual, indicaciones de peligro.

¿Qué es una indicación de peligro?

Una indicación de peligro es un código que describe la naturaleza de los peligros de una sustancia o mezcla de sustancias peligrosas, incluyendo cuando proceda el grado de peligro. Todas empiezan con la letra H, y llevan una numeración que va desde el 200 hasta el 413.

Por ejemplo, la indicación de peligro H300 en un producto implica que éste es “Mortal en caso de ingestión” mientras que la H315 nos indicaría que “Provoca irritación cutánea” y por lo tanto debemos usar guantes y ropa de protección al utilizarlo o manipularlo.

Debemos tener claro que las sustancias, en función de las indicaciones de peligro que porten en su etiqueta, tienen unos requisitos de almacenamiento definidos por la legislación, y en el caso concreto de la reglamentación española esos requisitos están definidos en el Real Decreto 656/2017, de 23 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos y sus Instrucciones Técnicas Complementarias MIE APQ 0 a 10.

En esa norma se detallan, en forma de tabla, los umbrales de almacenamiento a partir de los cuales una empresa está incluida dentro de su alcance. En caso de estar incluidos, los requisitos van desde instalar un armario de seguridad a presentar un proyecto complejo para habilitar la sala donde se almacenan los químicos, pasar inspecciones de OCA o contratar un seguro de responsabilidad civil.

No debemos pensar que por que usemos pocos químicos estamos exentos de esta legislación. Algunos productos utilizados en el sector son inflamables, como puede ser el alcohol isopropílico o los limpiadores orgánicos de rodillos y el Real Decreto 656/2017 establece que con tener almacenados más de 50 litros de producto de este tipo quedaríamos afectados por la norma.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis


GREENGUARD Gold

Certificación UL GREENGUARD GOLD para las tintas UVgel de la impresora de gran formato Océ Colorado de Canon

Canon ha conseguido la certificación GREENGUARD Gold Certification de UL Environment para las tintas UVgel de la nueva impresora de gran formato Océ Colorado.

Los criterios técnicos para obtener estas certificaciones están ampliamente aceptados y reconocidos por organismos independientes. Se trata de una de las certificaciones más exigentes en cuanto a normas de emisión de productos y procesos en todo el mundo. La certificación GREENGUARD Gold establece unas normas básicas para definir los niveles de emisión para su uso en aplicaciones de interior. Estos criterios aplican, sobre todo, a materiales de construcción, acabados de interior, mobiliario, productos de limpieza y equipamiento electrónico.

Alberto Uggetti, vicepresidente de UL Environment, comenta: "UL anima a las compañías a probar el impacto de sus nuevas tecnologías sobre la salud del consumidor, lo que resulta especialmente importante en entornos tan sensibles como hospitales, escuelas y otros espacios públicos. Por esta razón, felicitamos a Canon por el desarrollo de tecnologías que consiguen unas certificaciones tan exigentes en sostenibilidad como GREENGUARD Gold Certification."

Para los proveedores de soluciones de señalética y cartelería de interior resulta vital contar con una certificación independiente en cuanto a las emisiones de las tintas. Así, proporcionan la máxima confianza en su uso, de cara a la entrada en el mercado de las aplicaciones de decoración de interiores por parte de los clientes de las impresoras de Canon de gran formato.

Las tintas Canon UVgel forman parte de la nueva tecnología patentada por la compañía, que se encuentra tras la impresora de bobina Océ Colorado 1640 de 64”. Este equipo se ha diseñado para ofrecer los mejores resultados en una amplia gama de aplicaciones, tanto de interior como de exterior, y en múltiples entornos. Ofrece una gama de colores muy amplia y una calidad de imagen perfecta. Esta certificación de seguridad resulta esencial para proporcionar a los proveedores de servicios de impresión la máxima confianza y promover el uso de la tecnología Canon UVgel en aplicaciones como el papel pintado, la decoración de interiores o la señalética.

Mark Lawn, Director, Graphic & Communications Group, Canon Europe comenta: "La certificación GREENGUARD Gold demuestra el compromiso de Canon con el desarrollo de productos que permitan a nuestros clientes expandir la gama de aplicaciones que ofrecen. Resulta muy importante que nuestros clientes de impresión en gran formato sean conscientes de que trabajamos continuamente, tanto internamente como con nuestros partners, para probar nuestros equipos y tintas y conseguir reconocimientos como este."

Las tintas acreditadas Océ UVgel por el estudio son:

  • UVgel 355

reciclaje del papel, entendiendo el proceso

Reciclaje del papel, entendiendo el proceso

En la actualidad, prácticamente cualquier ciudadano de a pie es consciente de que el papel realiza un proceso de reciclaje y que depositando los periódicos, revistas, cajas de cartón y otros productos en el “contenedor azul” se contribuye a reducir el consumo de materia prima forestal y la generación de residuos, que si bien no son peligrosos, ocuparían un espacio muy necesario para otros residuos no reciclables o valorizables energéticamente en vertederos y parques de tratamiento de residuos.

Lo que no todo el mundo conoce es cómo funciona una planta de fabricación de papel reciclado cuya principal fuente de suministro sea la recogida selectiva y otras fuentes de papeles de reciclaje.

Una planta tipo podría tratar anualmente unas 600.000 toneladas de materia prima bruta aunque la calidad de la materia prima varía sustancialmente en función de la procedencia del camión de recogida. No es lo mismo un camión que traiga periódicos sobrantes que uno que recoja la mezcla variopinta que puede encontrarse en un contenedor de reciclaje de la calle.

Una vez el camión llega a la planta se realiza una separación manual de materiales prohibidos que no pueden entrar al proceso de reciclaje junto al papel, por ejemplo plástico y vidrio o cartones de color marrón, si lo que se desea es fabricar papel sin impurezas.

Tras la separación inicial se introduce el papelote en un pulper, que es un recipiente que puede tener o no una hélice en su parte inferior y en el que se mezclan todos los ingredientes básicos para la creación de la pasta de papel. En el caso de la planta tipo que nos ocupa se aplica agua a presión para conseguir el desfibrado del papelote y se filtra el resultado, una pasta primaria, a través de una placa perforada al final del pulper. Para favorecer el destintado de las fibras se añade sosa y silicato sódico. Dado que es posible que en el papelote que se ha introducido en el pulper aún porte impurezas como plásticos o vidrios, este equipo suele disponer de un trómel, un cilindro integrado de perforaciones, que evita que estas impurezas sigan adelante en el proceso.

La pasta que sale del pulper atraviesa una serie de depuradores donde pueden retirarse impurezas aún más pequeñas, como clips y anillas de latas de refresco. Finalmente, la pasta atraviesa un depurador final donde se retienen aglomerados de fibras y sustancias adhesivas.

Cuando la pasta ha sido depurada se introduce en el equipo de destintado, que suele funcionar mediante células de flotación. Este proceso se basa en el contacto entre un líquido y una corriente de aire de forma que las burbujas que se forman encierran las partículas de tinta y ascienden a la superficie. Este proceso puede arrastrar de paso carbonatos y caolín procedentes de los papeles utilizados en la impresión de revistas.

Una vez destintada la fibra, las pasta de papel se espesa hasta un valor aproximado del 30% de consistencia y se somete a dispersión, un proceso donde se retiran los aglomerados de tinta y o adhesivos que no pudieron eliminarse en la fase de depuración.

Cuando la pasta está libre de impurezas se blanquea con peróxido de hidrogeno (H202), agua oxigenada y se dirige a la línea de fabricación de papel.

Los residuos del proceso de reciclaje del papel

Asociado al proceso de fabricación de la pasta se generan diferentes residuos, como rechazo (mezclas de metales y otros materiales) y lodos constituidos por espumas de las células de flotación. Los lodos se envían a la depuradora de la planta, donde se someten a procesos de eliminación de partículas en suspensión, a un tratamiento biológico de contaminantes y un proceso de eliminación de fangos generados en el tratamiento biológico. De este proceso se generan lodos y agua tratada que puede verterse a la red de saneamiento.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis


nuevo certificado fsc

Conociendo el nuevo estándar FSC® ¿Quién necesita estar certificado?

El certificado FSC es ya una de las certificaciones habituales del sector de la impresión. Sin embargo, muchas empresas, ante las consultas de algunos clientes, dudan de si deben o no estar certificados o de si pueden o no utilizar el término FSC de alguna forma.

Recordamos de una manera general que la certificación es necesaria para cualquier organización que quiera hacer una declaración FSC acerca de sus productos y que cualquier cambio de propiedad en la cadena de suministro de productos certificados FSC requiere que se establezcan sistemas de gestión de CoC que sean efectivos a nivel de la organización respectiva y que sean verificados por una entidad de certificación independiente acreditada por el FSC.

Sin embargo, cubrir todas las opciones de negocio y excepciones posibles en un documento es difícil y a lo largo de los años, desde el nacimiento en 2011 de la versión 2-1 del Estándar General de Cadena de Custodia han ido apareciendo documentos complementarios y aclaraciones que entre otras cosas, complementaban la norma de forma que amparase dentro de su alcance esas diferentes opciones.

Todo ese “Know How” recopilado ha pasado a formar parte de la nueva versión, el FSC-STD-40-004 3.0, y aunque en la versión 2-1 ya se detallaba a quien aplicaba la norma, la 3-0 ahora incluye una tabla detallada sobre los condicionantes que determinan cuándo es necesario estar certificado.

La nueva versión del certificado FSC

En dicha tabla se parte de la premisa de que tiene la propiedad legal de los productos certificados y se pretende realizar al menos una de las siguientes actividades:

  1. venta de productos certificados FSC con declaraciones FSC en los documentos de ventas;
  2. etiquetado de productos como certificados FSC;
  3. fabricación o cambio en la composición (por ejemplo, el mezclado o agregado de materiales de base forestal al producto) o en la integridad física (por ejemplo, re-embalaje o re-etiquetado) de productos vendidos con declaraciones FSC;
  4. promoción de productos certificados FSC, excepto en productos terminados (por ejemplo, un cuaderno, un lápiz) y etiquetados que pudieran estar siendo promovidos por entidades no certificadas (por ejemplo una gran superficie anunciando “mesas de jardín certificadas”).

Sumado a esto, y especialmente relacionado con el sector, la norma ahora contempla la posibilidad de trabajar con editoriales o empresas similares que suministran el papel a las imprentas, sin ser necesario que estas estén certificadas, siempre y cuando el material se transporte directamente desde un proveedor certificado FSC a la organización.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis