coche eléctrico en tu empresa

Coche eléctrico en tu empresa, una manera de reducir nuestro impacto ambiental

Desde hace tiempo se habla de que el coche eléctrico ha venido para quedarse y, parece que ahora sí estamos ante el fin, y no solo porque Elon Musk, el creador de Paypal y promotor de la misión a Marte lo haya tomado como reto personal con su marca Tesla Motors, ni porque BMW anuncie que en breve sus modelos podrán recorrer 600km con una carga, ni porque una marca clásica de hiperdeportivos de lujo como Aston Martin haya anunciado recientemente su primer modelo eléctrico, si no porque en las altas esferas ya se ha decidido que va a ser así.

Reino Unido ha desarrollado un plan de impulsión para que en 2040 todos los coches nuevos que se vendan en las islas sean eléctricos. Mientras, en Noruega, un país en el que muchos de sus ingresos son procedentes del petróleo, prohibirá la venta de coches diesel y gasolina en 2025. Por su parte, la Unión Europea prepara una directiva en la que se requerirá que a partir de 2019 todas las nuevas viviendas incorporen puntos de recarga.

Podemos verlo como algo aterrador, o como una oportunidad, y en el segundo caso aprovecharla para reducir el impacto ambiental de nuestra compañía, en concreto, reducir las emisiones directas de CO2 asociadas a los vehículos utilizados en nuestros negocios. Dentro del sector no es común, salvo en las empresas más grandes, disponer de flotas de reparto, pero sí lo es visitar clientes para desarrollar labores comerciales, y en muchos casos esas visitas se realizan con berlinas de representación que si bien dan buena imagen, en la mayor parte de los casos distan mucho de ser vehículos “eficientes” para lidiar con el tráfico de unas ciudades cada vez más congestionadas y contaminadas que de forma cada vez más habitual restringe el acceso a los vehículos convencionales a su almendra central cuando se disparan las emisiones .

En otros casos se utilizan furgonetas propiedad de la empresa para entregar los trabajos más pequeños y de paso, visitar al cliente. A priori, reemplazar un coche diesel o gasolina por un coche eléctrico puede parecer algo disparatado en un momento en  el  que encontrar un punto de recarga en las ciudades españolas no es tarea fácil.

El coche eléctrico para los comerciales de tu empresa

Sin embargo, esto no ha echado para atrás a algunas marcas de logística, que saben bien lo que es trabajar dentro del atasco, como por ejemplo SEUR, que incorpora ya en su flota más de una veintena de coches 100% eléctricos para sus entregas en los núcleos urbanos de Madrid y Barcelona. O a algunos proveedores del sector, como RICOH, que ya llevan un tiempo utilizando coche eléctrico a pequeña escala.

Si bien es cierto que utilizar un coche eléctrico a nivel personal aún es complejo si uno vive en un piso y no dispone de un punto de recarga cercano, esto es más fácil para las empresas, que suelen disponer de parking privados en los que instalar puntos de recarga no es un engorro, una medida que a su vez, podría hacer que algún miembro de la plantilla se animase a dar el salto a al coche eléctrico, reduciendo en este caso las emisiones indirectas asociadas al desplazamiento de los empleados.

Decidirse por la movilidad eléctrica puede ser una buena idea para mejorar la imagen y avalar nuestra apuesta por la “impresión verde”, y es de especial interés para las empresas certificadas en medioambiente, que con la llegada de la nueva ISO 14001:2015 tienen que afrontar nuevos retos, como satisfacer a las partes interesadas y analizar las oportunidades de mejora a nivel medioambiental.


gestión energética

Sistemas de Gestión Energética en 20 empresas gráficas españolas

La eficiencia energética ha venido adquiriendo últimamente un papel cada vez más importante en España. El incremento de la factura energética y la alta competencia en el sector, hace que la gestión energética sea una de las inversiones más seguras mediante el diseño y aplicación de medidas de reducción en las empresas gráficas españolas.

Por nuestra experiencia, la mayoría de los emprendedores no valoran inicialmente la idea de desarrollar un plan de reducción energética en su empresa. En su opinión supone tiempo valioso y dinero para unos resultados inseguros. Actualmente se tiene mayor consciencia. Trabajar en la reducción energética es sinónimo de trabajar con los empleados en mejorar la situación de la compañía.

Se ha demostrado que la implantación de Sistemas de Gestión Energética produce, al menos, entre un 10% y un 20% de ahorros en los costes energéticos anuales de las empresas industriales.

EMSPI, el proyecto europeo de gestión energética en el sector gráfico

El Proyecto Europeo “EMSPI - Energy Management Standardization in Printing Industry” co-financiado por la Unión Europea mediante el programa "Intelligent Energy Europe", ofreció a las empresas gráficas españolas la oportunidad de implantar un Sistema de Gestión Energética adaptado a sus especificidades sectoriales.

FACTOR, empresa especializada en eficiencia energética, participa en el proyecto EMSPI como responsable de apoyar a las empresas gráficas españolas en la implantación. El equipo de consultores de FACTOR ha ofrecido apoyo a las empresas a lo largo del proceso de implantación del Sistema, adaptando los materiales y herramientas desarrollados por expertos europeos a las características específicas de cada empresa.

Como resultado de la implantación, las empresas gráficas son capaces de:

  • Utilizar herramientas simplificadas para medir y controlar los consumos energéticos.
  • Identificar las principales posibilidades de reducción de consumos energéticos.
  • Controlar continuamente las acciones realizadas para reducir los consumos energéticos.

Además, los Sistemas de Gestión Energética (SGEn) implantados siguen los requisitos de la Norma ISO 50001, “Sistemas de gestión de la energía. Requisitos con orientación para su uso”, lo que permitiría la certificación de aquellas empresas que lo deseen, a la conclusión del servicio de FACTOR.

20 empresas gráficas ya participan en el Proyecto de Gestión Energética

Un total de 20 empresas ya ha desarrollado un análisis de sus fuentes y consumos energéticos, lo que les ha permitido diseñar una serie de medidas para reducir su consumo energético. Con el fin de estandarizar y de continuar con el plan energético, han finalizado a su vez de implementar el Sistema de Gestión Energética basado en el estándar ISO 50001.

Las 20 compañías españolas han reducido el principal KPI del Proyecto (GJ energéticos totales / toneladas de papel consumidas) de 1,3 a 1,1 desde 2013. Como consecuencia, han reducido considerablemente sus emisiones de CO2e por consumo de papel, electricidad y tratamiento de residuos (893 tCO2e), incorporando medidas de iluminación, aislamiento, y máquinas eficientes, entre otras. Sin embargo, las compañías se encuentran en proceso de desarrollar un nuevo paquete de medidas con el fin de reducir el consumo durante los próximos años.

Autor: Luis Galiana, Consultor experto en eficiencia energética


gestión energética

Sistemas de Gestión Energética en 20 empresas gráficas españolas

La eficiencia energética ha venido adquiriendo últimamente un papel cada vez más importante en España. El incremento de la factura energética y la alta competencia en el sector, hace que la gestión energética sea una de las inversiones más seguras mediante el diseño y aplicación de medidas de reducción en las empresas gráficas españolas.

Por nuestra experiencia, la mayoría de los emprendedores no valoran inicialmente la idea de desarrollar un plan de reducción energética en su empresa. En su opinión supone tiempo valioso y dinero para unos resultados inseguros. Actualmente se tiene mayor consciencia. Trabajar en la reducción energética es sinónimo de trabajar con los empleados en mejorar la situación de la compañía.

Se ha demostrado que la implantación de Sistemas de Gestión Energética produce, al menos, entre un 10% y un 20% de ahorros en los costes energéticos anuales de las empresas industriales.

EMSPI, el proyecto europeo de gestión energética en el sector gráfico

El Proyecto Europeo “EMSPI - Energy Management Standardization in Printing Industry” co-financiado por la Unión Europea mediante el programa "Intelligent Energy Europe", ofreció a las empresas gráficas españolas la oportunidad de implantar un Sistema de Gestión Energética adaptado a sus especificidades sectoriales.

FACTOR, empresa especializada en eficiencia energética, participa en el proyecto EMSPI como responsable de apoyar a las empresas gráficas españolas en la implantación. El equipo de consultores de FACTOR ha ofrecido apoyo a las empresas a lo largo del proceso de implantación del Sistema, adaptando los materiales y herramientas desarrollados por expertos europeos a las características específicas de cada empresa.

Como resultado de la implantación, las empresas gráficas son capaces de:

  • Utilizar herramientas simplificadas para medir y controlar los consumos energéticos.
  • Identificar las principales posibilidades de reducción de consumos energéticos.
  • Controlar continuamente las acciones realizadas para reducir los consumos energéticos.

Además, los Sistemas de Gestión Energética (SGEn) implantados siguen los requisitos de la Norma ISO 50001, “Sistemas de gestión de la energía. Requisitos con orientación para su uso”, lo que permitiría la certificación de aquellas empresas que lo deseen, a la conclusión del servicio de FACTOR.

20 empresas gráficas ya participan en el Proyecto de Gestión Energética

Un total de 20 empresas ya ha desarrollado un análisis de sus fuentes y consumos energéticos, lo que les ha permitido diseñar una serie de medidas para reducir su consumo energético. Con el fin de estandarizar y de continuar con el plan energético, han finalizado a su vez de implementar el Sistema de Gestión Energética basado en el estándar ISO 50001.

Las 20 compañías españolas han reducido el principal KPI del Proyecto (GJ energéticos totales / toneladas de papel consumidas) de 1,3 a 1,1 desde 2013. Como consecuencia, han reducido considerablemente sus emisiones de CO2e por consumo de papel, electricidad y tratamiento de residuos (893 tCO2e), incorporando medidas de iluminación, aislamiento, y máquinas eficientes, entre otras. Sin embargo, las compañías se encuentran en proceso de desarrollar un nuevo paquete de medidas con el fin de reducir el consumo durante los próximos años.

Autor: Luis Galiana, Consultor experto en eficiencia energética


ecoetiqueta

Ecoetiqueta e impresión

Cada vez son más los productos que portan su propia ecoetiqueta, y cada vez son más los impresores que deben enfrentarse a clientes que demandan sus productos gráficos incluyendo dichas etiquetas.

Algunas etiquetas o logos pueden ser utilizados sin requisito alguno, como el “Moebius” asociado al reciclado, pero otros requieren licencias, certificados o aprobaciones específicas, pudiendo esto ser un problema para la imprenta si el cliente o el diseñador no conoce los requisitos de estas marcas y los usa sin tener en cuenta estas limitaciones.

La primera ecoetiqueta y la más conocida por los impresores al estar directamente relacionada con el producto gráfico es FSC®. El Forest Stewardship Council A.C. (FSC) busca promover una gestión forestal ambientalmente apropiada, socialmente beneficiosa y económicamente viable de los bosques del mundo. Con la idea de crear un sistema de certificación a escala mundial, la Asamblea Fundadora del FSC se llevó a cabo en Toronto, Canadá en 1993. El logo de FSC debe ser utilizado siempre con licencia asociada a un certificado en vigor, que identifica a la imprenta, editor o fabricante del producto y requiere una autorización previa a su uso por parte de una entidad de certificación.

La segunda ecoetiqueta de la que hablaremos y que también está directamente relacionada con la impresión es PEFC. De forma similar a la anterior su objetivo es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma responsable, y que su multitud de funciones estén protegidas para generaciones presentes y futuras. Para ello cuenta con la colaboración de propietarios y empresas del sector forestal, que apostando por la certificación de sus bosques e industrias, están asegurando la sostenibilidad del sector. Su logo requiere también una licencia asociada a un certificado, pero siempre y cuando se respeten las normas de uso no se requiere la autorización del uso por parte de una entidad de certificación.

Otra ecoetiqueta relacionada con el producto gráfico y con el papel es la Ecoetiqueta Europea “Ecolabel.  Creada en el año 1992, la Etiqueta Ecológica Europea constituye una  parte importante de la política comunitaria de instrumentos voluntarios  de ayuda a las empresas y a los  consumidores para mejorar su actuación ambiental. El objetivo es promover productos que pueden reducir los efectos ambientales adversos, en comparación con otros productos de su misma categoría, contribuyendo así a un uso eficaz de los recursos y a un elevado nivel de  protección del medio ambiente. Su uso es restringido a grupos de producto específicos entre los que se encuentra el papel impreso. Su uso es restringido a aquellos productos a los que se le ha concedido dicha etiqueta, debe portar un numero de licencia y está protegida por la legislación europea.

Existen otras etiquetas que sin estar directamente relacionadas con el producto gráfico empiezan a ser bastante comunes en los embalajes, catálogos o memorias medioambientales de las empresas asociadas a la fabricación y distribución de alimentos:

La primera es una etiqueta asociada al uso de productos derivados de la palma, RSPO Roundtable on Sustainable Palm Oil (Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible). RSPO fue fundada en 2004 como respuesta a la imagen negativa que la industria de aceite de palma estaba generando por sus impactos sociales y medioambientales. Al igual que FSC fue creada por un conjunto de partes interesadas como productores, sociedad civil, gobiernos y compradores. Para usar su logo se requiere disponer de una licencia emitida por RSPO al producto de palma o productos derivados, pero no demanda aprobaciones específicas.

La segunda es UTZ, una etiqueta que permite a los productores de café, cacao y té demostrar que operan de manera responsable, conforme a estrictos estándares sociales y medioambientales. UTZ fue creada en 2002 originalmente como UTZ Kapeh, que significa 'buen café' en el idioma Maya, el Quiché. Fue fundado por Nick Bocklandt, un cultivador de café belga de Guatemala, y Ward de Groote, un tostador de café holandés, con el objetivo de implementar la sostenibilidad a gran escala en el mercado mundial. El uso de su etiqueta tanto en embalajes como a nivel promocional requiere de una aprobación directa de la organización.


boina naranja ciudades

Impresión y la boina naranja de las ciudades

Últimamente se ha oído y leído mucho sobre los episodios de alta contaminación normalmente asociados a las comúnmente llamadas boina naranja o “setas” que se forman en las grandes ciudades. Son especialmente famosos los ocurridos durante 2016 en el núcleo urbano de la Comunidad de Madrid, y casi lo es más el protocolo anticontaminación que se activa para minimizar sus efectos, algo nuevo para los madrileños, pero ya conocido en otras ciudades europeas como Milán,  Londres o Lyon.

Pero… ¿Tiene algo que ver la impresión con la contaminación atmosférica? ¿Y con la boina naranja? Podríamos decir que sí, pero de una forma indirecta.

La boina naranja está formada en gran parte por Óxidos de nitrógeno, NOx, que llegan a la atmosfera principalmente desde los tubos de escape de los motores diésel. En 2013, en España, un 37% de los Óxidos de nitrógeno se asociaban con el transporte por carretera, seguidos por la producción de energía y los procesos industriales con un 20% y un 18% respectivamente.

Los Óxidos de nitrógeno, una vez liberados al aire (en gran parte por los procesos de combustión),  forman, a través de reacciones fotoquímicas, contaminantes secundarios, como el PAN o nitrato de peroxiacetilo y el ozono ambiental o el O3, ambos tóxicos, y que constituyen el esmog fotoquímico, o “boina” de color marrón-anaranjado.

Los procesos de impresión convencional no requieren de equipos que generen la emisión directa de NOx, salvo en algunos casos, en los que se dispone de incineradores para tratar los gases de proceso, como por ejemplo, en el Offset Heatset, o de calderas de potencia considerable, ya sea para calefacción o procesos de secado o atemperado.

Sin embargo, los procesos de impresión sí llevan asociada la emisión de compuestos orgánicos volátiles, conocidos como COV. Los COV se emiten a la atmósfera cuando hacemos uso de productos como el Alcohol isopropílico, los limpiadores de cauchos y mantillas, las piletas de lavado de rodillos con limpiadores orgánicos, e incluso tintas en base disolvente orgánico que requieren de la evaporación del disolvente para fijarse al sustrato de impresión.

Los COV, una vez en la atmosfera, reaccionan con compuestos químicos como el radical hidroxilo (OH), presentes en la atmosfera, dando lugar a través de complejas reacciones químicas a la formación de Ozono (O3) y otros integrantes del esmog fotoquímico.

Está en nuestra mano minimizar u optimizar el uso de este tipo de productos, ya sea sustituyéndolos por alternativas en base “no solvente” o reduciendo su consumo, con lo que conseguiríamos reducir uno de los impactos ambientales más importantes de la impresión, y de forma secundaria, contribuir a mejorar el aire de nuestras ciudades.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Asesoría Medioambiente neobis


Garso Artes Gráficas FSC de grupo

Garso Artes Gráficas pionera en FSC de Grupo

En la actualidad, las siglas FSC® (Forest Stewardship Council) son más que conocidas en el ámbito de la Comunicación Gráfica y se están convirtiendo en un requisito imprescindible para trabajar con determinados clientes. Tanto empresas privadas como la propia Administración requieren que sus productos en base papel o cartón porten el logo FSC. Empresas de Artes Gráficas, como Garso Artes Gráficas, necesitan esta licencia para poder seguir siendo competitivos y conseguir el logo que avala los productos que promueven una gestión forestal ambientalmente apropiada, socialmente beneficiosa y económicamente viable de los bosques del mundo.

Para poder utilizar el logo FSC, al ser este parte de una marca registrada, su uso debe ser respaldado por un certificado y un número de licencia, no basta con comprar papel FSC y “sacar el logo de internet”. “Si una empresa quiere disponer de este certificado FSC y la correspondiente licencia, debe prepararse para ser evaluada por una entidad certificadora y esto conlleva unos gastos difíciles de asumir por las pymes del sector”, comenta Garso Artes Gráficas.

El proceso es muy similar al que se debe seguir para la obtención de otros certificados como el de la ISO 9000 o la ISO 14000. Implica un trabajo previo de preparación, formación y posteriormente un mantenimiento periódico del sistema, ya que anualmente deben pasarse auditorías de seguimiento. El certificado FSC tiene una vigencia de 5 años, en los que se pasan la auditoría inicial y cuatro auditorías de seguimiento.

“Esto supone unos costes iniciales y periódicos: consultoría, auditoría y licencia de marca registrada que en algunas ocasiones dificultan el acceso o el mantenimiento a largo plazo del certificado para pymes como nosotros” nos explica Garso Artes Gráficas.

Garso Artes Gráficas, Certificación FSC para pymes

Por ello, neobis lanza para las pymes la Certificación de Grupo para facilitar la certificación y acercar este requisito imprescindible a todas las empresas de la Industria Gráfica.

Garso Artes Gráficas es una de las primeras pymes aceptadas para solicitar la Certificación FSC de Grupo. Con esta nueva modalidad, Garso Artes Gráficas y las demás empresas pertenecientes al grupo operan bajo el control de una Oficina Central que coordina y audita internamente sus operaciones relacionadas con el certificado FSC y comparten los costes de un uso de marca común y el coste de las auditorías.

“Gracias a la Certificación de Grupo el coste de acceso y mantenimiento de la certificación se reduce de una forma considerable, pudiendo llegar a un ahorro de más de 2.600 euros por ciclo de certificación” explica Garso Artes Gráficas.

Si tienes una facturación igual o inferior a 900.000 euros y una plantilla de 15 empleados como máximo ya puedes acceder a la Certificación FSC.

 


gestión de residuos

Gestión de residuos con Valorización Medioambiental

Nadie es ajeno a que vivimos en un mundo finito y que a pesar de que contamos con unos recursos limitados, cada vez demandamos más servicios y necesidades. Afortunadamente vamos tomando conciencia de cuál es la herencia real que dejaremos a las generaciones futuras y que depende de nosotros que éste sea un lugar donde poder vivir o donde no perecer en el intento. Ya no es sólo una responsabilidad moral de las empresas llevar a cabo una correcta gestión de los residuos, hoy en día, la gestión de residuos es una obligación legal a la que se suma también una correcta gestión económica para alcanzar una sostenibilidad real en todos los ámbitos de su actividad productiva. Cualquier empresa del sector gráfico conoce los gastos que implica gestionar los residuos y a la vez llevar a cabo su gestión medioambiental.

Tras largos años de experiencia en este y otros sectores, Valorización Medioambiental S.L. siente la necesidad de combinar la gestión de los residuos peligrosos, generados, principalmente en el sector gráfico, con la gestión medioambiental propia a la que por ley están obligadas dichas empresas. Visto de otra manera, de nada sirve gastar todos los recursos en la gestión de los residuos que se generan si después se dejan de lado las obligaciones medioambientales derivadas de los mismos.

Valorización Medioambiental y la gestión de residuos

Por eso, Valorización Medioambiental S.L. ofrece la gestión de los residuos peligrosos y no peligrosos, encargándose de todos los pasos que se requieren: desde el asesoramiento en etiquetado, almacenamiento y transporte hasta la gestión final de los residuos. Como decíamos antes, la importancia de una buena gestión de los residuos repercute no sólo medioambientalmente en las empresas, sino económicamente, por eso se ofrece también cursos de formación y se asesora a las empresas con el objetivo de alcanzar un ahorro de costes.

Pero por otro lado, una impresora plana y una rotativa, no tienen por qué cumplir con los mismos requisitos legales a pesar de que se engloben dentro del mismo sector; al igual que una rotativa con impresión coldest o heatset genera diferentes impactos. Con esta finalidad, Valorización Medioambiental S.L. cuenta con su propio departamento de consultoría medioambiental. Es imprescindible contar con un consultor medioambiental experimentado en las distintas empresas del sector gráfico, ya que sólo así será capaz de hacer cumplir toda la normativa medioambiental específica de su empresa (obligaciones en materia de atmósfera, vertidos, ruidos, suelos, etc.) a un coste asumible.

Como conclusión, es preferible optar por hacer una radiografía clara de nuestro taller de impresión, conocer qué parte de la legislación es de aplicación a nuestra actividad y qué medidas se deben adoptar para cumplir con la normativa con la intención de imprimir medioambiente sin que se disparen los gastos.

Consciente de todo esto, Valorización Medioambiental, S.L. se mimetiza con cada cliente en cada uno de los trabajos que realiza con ellos, sintiéndose parte de su equipo y velando por la consecución de los objetivos de la forma más eficiente tanto económica como medioambiental.


Conciencia medioambiental

Tras preguntar a 28.000 personas mayores de 15 años de 23 países diferentes, el estudio concluye que el 76% de los compradores está de acuerdo con que las marcas tienen que ser responsables con el medio ambiente.

¿Cuál es el nivel de conciencia medioambiental de los consumidores? Con motivo del Día Mundial de la Tierra, celebrado el pasado 22 de abril, Gfk ha realizado una investigación para determinar el nivel de conciencia medioambiental de los consumidores y el nivel de comportamiento impulsado por la compra ética.

Fruto de ello, el 63% se decidirá por un producto que encaja con sus valores medioambientales antes que por otro de una marca a la que este tipo de cosas le es indiferente.

Por sexo, las mujeres son más eco- conscientes que los hombres, aunque por poca diferencia. Un 78% de las mujeres frente a un 75% de los hombres, ha afirmado que las empresas deben respetar el medio ambiente.

En cuanto a las diferencias por edades, el grupo de entre 30 y 39 años es el más concienciado, seguido por el de 40 a 49 años y los mayores de 60.

Otro dato revelador, es que los países en vías de desarrollo como la India (93%) o Indonesia (94%), muestran mayores tasas de preocupación por el medio ambiente que los consumidores de países desarrollados como Japón (58%) o Suecia (62%), siendo Rusia (40%) el que menos concienciado está con la compra medioambiental.


Tipografías sostenibles

Igual que nosotros hemos convertido actos cotidianos en sostenibles, la mayoría de las empresas subrayan la importancia de la implementación de medidas sostenibles en el ciclo de vida completo de sus productos para conseguir la continuidad de los mismos.

Esta decisión no se trata sólo de un valor ético o legal, sino que además supone una reducción en los gastos de estructura de la compañía.

Por tanto, todas las medidas hacia la sostenibilidad que tomemos por pequeñas que sean, nos estarán ayudando a ser más competitivos y a cuidar el futuro de nuestros hijos. Además, os anunciamos que la sostenibilidad está de moda y que sin duda supondrá un valor añadido en los trabajos que presentéis a vuestros clientes.

En el sector de las Artes Gráficas, en el que corren ríos de tinta sin cesar, la sostenibilidad en la impresión es esencial. Se ha llegado a decir que la tinta de la impresora es el líquido más caro del mundo, superando incluso el precio de la sangre. Dicho esto, ¿os habéis planteado alguna vez elegir una tipografía que ahorre tinta?

La tipografía, que tan bien define el espíritu de una empresa, ahora también puede ser sostenible. ¿Cómo?

Toma nota de las siguientes tipografías ecológicas

  • RYMAN ECO

Según sus creadores es la tipografía más sostenible del mundo, al menos por el ahorro de tinta ya que se puede imprimir con un 33% menos de tinta que otra fuente convencional.
Los creadores de Ryman han trabajado junto con Monotype, una de las firmas clásicas del mundo tipográfico. Con gran habilidad han hecho que los trazos de cada letra estén compuestos a su vez por trazos más pequeños, de modo que el efecto visual es el mismo que para una serifa normal, pero en cuanto a tinta parece claro que hay cierto ahorro.
Según las palabras de la compañía Ryman: "No queríamos comprometer la legibilidad para asegurar la sostenibilidad; después de todo, la fuente sólo ayudará al medio ambiente si la gente realmente la utiliza. Así que descargarla, usarla, y compartirla. Porque no es sólo lo que tú escribes lo que puede marcar una diferencia. También es cómo lo escribes."

  • ECOFONT

Tal y como su nombre indica, es una fuente económica, es decir, que si la utilizas estarás ahorrando tinta en la impresión.
Está basada en Verdana Sans pero con pequeños círculos en el interior de los caracteres, por lo que gasta hasta un 20% menos de tinta por impresión.

  • CENTURY GOTHIC

Si buscamos entre las tipografías convencionales, la más sostenible es la Century Gothic. Consigue un ahorro de tinta en la impresión de un 31% respecto a otras.
Times New Roman ocupa el segundo lugar, seguida por Calibri y Verdana. En cambio, Arial, una de las fuentes más empleadas, ocupa el quinto lugar. También te puede interesar....


Residuos electrónicos

Dado que son productos muy complejos que generalmente incluyen numerosas partes y componentes, la respuesta a dar no es fácil y se acaba "tirando por la calle de en medio"

Autor: Sergio Ródenas, Servicio de Medio Ambiente

Esta es una pregunta a la que se enfrentan muchos responsables de calidad y medioambiente en las empresas a lo largo de una auditoría de medioambiente, cuando el personal de la empresa acude a su mesa para preguntarle en que contenedor depositan un equipo obsoleto o averiado (pantallas y ordenadores, impresoras, móviles, equipos de aire acondicionado…)

Dado que son productos muy complejos que generalmente incluyen numerosas partes y componentes: piezas metálicas y plásticas variadas, carcasas de plástico, madera o metal, tarjetas de circuitos impresos, tubos de rayos catódicos, pantallas de cristal líquido, cables, pilas, baterías, componentes eléctricos y electrónicos, diversos fluidos, contrapesos de hormigón, cartuchos de impresión, motores eléctricos, etc. algunos de ellos de naturaleza peligrosa, por lo que la respuesta a dar no es fácil y se acaba “tirando por la calle de en medio”.

En muchos casos se responde que el punto limpio, o que al contenedor de baterías usadas, o peor aún, que no se sabe y que lo tiren fuera, en los contenedores de residuos urbanos. Grave error este último ya que en el caso de un teléfono móvil, (donde los metales representan el 23 % de su peso) se puede contar con la presencia de 40 de los metales recogidos en el sistema periódico: metales básicos como el cobre, estaño, metales especiales como el cobalto, indio y antimonio, y metales preciosos como la plata, oro y paladio.

Hay que tener en cuenta que los residuos procedentes de los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) han continuado incrementándose, los ciclos de innovación son cada vez más breves y la sustitución de los aparatos se acelera, convirtiendo estos en una fuente creciente de residuos, y esta pregunta, cada vez, será más habitual.

Para ayudarnos a responderla correctamente tenemos el nuevo Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, en vigor desde el 22 de febrero de 2015.

Si hay algo que caracteriza a esta nueva norma es que prioriza la producción y consumo sostenibles mediante, de forma prioritaria, la prevención de la generación de RAEE y el fomento de técnicas de tratamiento como la preparación para la reutilización y por primera vez se contempla el aparato eléctrico usado, del cual pretendemos deshacernos, pero que aún funciona, y por lo tanto no es residuo, de acuerdo a la Ley 22/2011, de residuos.

En ese caso, el Real Decreto nos dice que, cuando sea posible, se destinarán los aparatos usados a un segundo uso mediante su entrega:

  • a entidades sociales sin ánimo de lucro que puedan dar un segundo uso a los aparatos,
  • a los establecimientos dedicados al mercado de segunda mano, o a través de otras vías de entrega para su reutilización y alargamiento de la vida útil de los productos. En el caso de que exista una comercialización del aparato usado, ésta se acreditará a través de un documento, como una factura formalizada, que acompañe al AEE y que pudiera identificar al comprador y al vendedor.

Si el aparato se considera residuo, porque el aparato resulta inutilizable, por falta de componentes esenciales o por daños estructurales difícilmente reparables, entre otras causas, los usuarios  deberán entregarlos como RAEE siguiendo las previsiones de este real decreto, y que en el caso de las empresas no es otro que entregarlo a un gestor autorizado de residuos.