¿Y qué hacemos con el plástico?

Seis millones de kilómetros cuadrados. Esa es aproximadamente la medida de la isla de plástico del Océano Pacífico, que de acuerdo a un informe de Nature® acumula ya 1,8 billones de piezas de plástico.

Y no es la única que existe, tanto en el mar Mediterráneo como en otros mares europeos se acumulan ya más de 70.000  toneladas de microplásticos.

¿Y qué armas presenta Europa para combatir este problema? Actualmente contamos con la Estrategia Europea del Plástico, cuyo principal objetivo es que “En 2030, todos los plásticos sean reutilizables o reciclables”.

Esta estrategia contempla 4 líneas de acción tanto a nivel gubernamental como del sector privado:

  • Mejorar los aspectos económicos y de calidad del reciclado de plásticos
  • Frenar la generación de residuos plásticos y su abandono en el medio ambiente
  • Orientar las inversiones y la innovación hacia soluciones circulares
  • Aprovechar la acción global

A su vez esas líneas de acción contienen planes para el desarrollo de estándares de calidad para los plásticos clasificados y para plásticos reciclados, para favorecer el plástico reutilizable y reciclable en la compra pública, realizar mejoras en el seguimiento y mapeo de la basura marina, evaluar el establecimiento de sistemas de devolución-retorno (SDDR) para envases de bebidas y mejorar el uso de la compra pública verde para fomentar la prevención y el reciclado. También se incluyen acciones fuera del territorio de la UE como el desarrollo de proyectos en regiones críticas (Este y Sur de Asia) para mejorar los modelos de producción y consumo, y la correcta gestión de residuos.

¿Qué requisitos legales se han desarrollado en este sentido?

El principal instrumento legal desarrollado para esto es la “Directiva (UE) 2019/904, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a la reducción de determinados productos de plástico.

Nace con la finalidad de prevenir y reducir los residuos plásticos en el mar procedentes de plástico de un solo uso y de artes de pesca que contienen plástico, completando así otras medidas ya en activo, como las dirigidas a reducir el consumo de bolsas de plástico.

Es una Directiva, por lo que se debe transponer a nivel estatal en cada país miembro de la UE. En España su transposición se hará en un título específico de la nueva Ley de Residuos.

Bajo su ámbito de aplicación quedan los productos de plástico (total o parcial) de un solo uso, los artículos de otros materiales con película de plástico, los productos de plástico oxodegradables y los equipos de pesca.

¿Se van imponer restricciones de uso a productos de plástico?

Sí, a partir del 3 de julio del 2021, se prohíbe la venta de productos hechos de plástico oxodegradable, de bastoncillos de los oídos, de cubiertos, platos y pajitas, y agitadores bebidas entre otros.

Además, se exigirá marcado informativo, al estilo del tabaco, sobre los siguientes productos:

  • Compresas, tampones higiénicos y aplicadores de tampones.
  • Toallitas húmedas, es decir, toallitas prehumedecidas para higiene personal y para usos domésticos.
  • Productos del tabaco con filtros y filtros comercializados para utilizarse en combinación con productos del tabaco.
  • Vasos para bebidas.

Otro punto destacable de la directiva es que establece limitaciones en el diseño de algunos productos, por ejemplo, desde 2025 botellas de polietileno (PET) deberán contener al menos el 25 % de plástico reciclado y desde 2030 todas las botellas deberán contener al menos el 30%.

¿Será esto suficiente? Solo el tiempo lo dirá.

Sergio Ródenas

Consultoría Medio Ambiente


reciclaje del papel, entendiendo el proceso

Reciclaje del papel, entendiendo el proceso

En la actualidad, prácticamente cualquier ciudadano de a pie es consciente de que el papel realiza un proceso de reciclaje y que depositando los periódicos, revistas, cajas de cartón y otros productos en el “contenedor azul” se contribuye a reducir el consumo de materia prima forestal y la generación de residuos, que si bien no son peligrosos, ocuparían un espacio muy necesario para otros residuos no reciclables o valorizables energéticamente en vertederos y parques de tratamiento de residuos.

Lo que no todo el mundo conoce es cómo funciona una planta de fabricación de papel reciclado cuya principal fuente de suministro sea la recogida selectiva y otras fuentes de papeles de reciclaje.

Una planta tipo podría tratar anualmente unas 600.000 toneladas de materia prima bruta aunque la calidad de la materia prima varía sustancialmente en función de la procedencia del camión de recogida. No es lo mismo un camión que traiga periódicos sobrantes que uno que recoja la mezcla variopinta que puede encontrarse en un contenedor de reciclaje de la calle.

Una vez el camión llega a la planta se realiza una separación manual de materiales prohibidos que no pueden entrar al proceso de reciclaje junto al papel, por ejemplo plástico y vidrio o cartones de color marrón, si lo que se desea es fabricar papel sin impurezas.

Tras la separación inicial se introduce el papelote en un pulper, que es un recipiente que puede tener o no una hélice en su parte inferior y en el que se mezclan todos los ingredientes básicos para la creación de la pasta de papel. En el caso de la planta tipo que nos ocupa se aplica agua a presión para conseguir el desfibrado del papelote y se filtra el resultado, una pasta primaria, a través de una placa perforada al final del pulper. Para favorecer el destintado de las fibras se añade sosa y silicato sódico. Dado que es posible que en el papelote que se ha introducido en el pulper aún porte impurezas como plásticos o vidrios, este equipo suele disponer de un trómel, un cilindro integrado de perforaciones, que evita que estas impurezas sigan adelante en el proceso.

La pasta que sale del pulper atraviesa una serie de depuradores donde pueden retirarse impurezas aún más pequeñas, como clips y anillas de latas de refresco. Finalmente, la pasta atraviesa un depurador final donde se retienen aglomerados de fibras y sustancias adhesivas.

Cuando la pasta ha sido depurada se introduce en el equipo de destintado, que suele funcionar mediante células de flotación. Este proceso se basa en el contacto entre un líquido y una corriente de aire de forma que las burbujas que se forman encierran las partículas de tinta y ascienden a la superficie. Este proceso puede arrastrar de paso carbonatos y caolín procedentes de los papeles utilizados en la impresión de revistas.

Una vez destintada la fibra, las pasta de papel se espesa hasta un valor aproximado del 30% de consistencia y se somete a dispersión, un proceso donde se retiran los aglomerados de tinta y o adhesivos que no pudieron eliminarse en la fase de depuración.

Cuando la pasta está libre de impurezas se blanquea con peróxido de hidrogeno (H202), agua oxigenada y se dirige a la línea de fabricación de papel.

Los residuos del proceso de reciclaje del papel

Asociado al proceso de fabricación de la pasta se generan diferentes residuos, como rechazo (mezclas de metales y otros materiales) y lodos constituidos por espumas de las células de flotación. Los lodos se envían a la depuradora de la planta, donde se someten a procesos de eliminación de partículas en suspensión, a un tratamiento biológico de contaminantes y un proceso de eliminación de fangos generados en el tratamiento biológico. De este proceso se generan lodos y agua tratada que puede verterse a la red de saneamiento.

Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis


Pajaritas Azules 2017

Premios Pajaritas Azules 2017

Veintinueve entidades locales de doce comunidades autónomas han recibido hoy el reconocimiento por la excelencia de su gestión de la recogida selectiva de papel y cartón en la primera edición  Pajaritas Azules Tu papel 21· Municipios de ASPAPEL.

La entrega de las Pajaritas Azules 2017  ha tenido lugar esta mañana en Madrid en un acto presidido por Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, al que han asistido numerosos alcaldes y presidentes de agrupaciones locales.

El presidente de ASPAPEL, Enrique Isidro, puso de relieve el éxito del esfuerzo y el compromiso colectivo. “La colaboración administración-ciudadano-industria, la fortaleza y eficiencia de los sistemas de recogida, la labor informativa de los medios de comunicación y la capacidad recicladora de nuestra industria papelera —explicó Enrique Isidro— son una combinación ganadora, que tiene como resultado un sistema muy eficiente de recogida selectiva, con tasas de recogida y de reciclaje que nos sitúan en la élite mundial”.

“Este éxito llamado colaboración —añadió el presidente de ASPAPEL— se apellida mejora continua. Y esta es la clave de la excelencia en la gestión municipal de las veintinueve entidades locales que hoy distinguimos con las Pajaritas Azules 2017”.

Pajaritas Azules por Comunidades

Por comunidades autónomas, Andalucía, Castilla y León y Cataluña tienen cinco entidades locales galardonadas cada una; Madrid, cuatro; Aragón y Castilla – La Mancha, dos y Asturias, Baleares, Galicia, La Rioja, Navarra y País Vasco, una cada una.

La promoción del reciclaje es uno de los objetivos estratégicos de ASPAPEL, que puso en marcha en 2002 el proyecto Tu papel es importante y posteriormente el programa Tu Papel 21, un sistema de diagnóstico, implantación de mejoras y certificación de la recogida selectiva municipal de papel y cartón.

Este proyecto obtuvo en 2007 el European Paper Recycling Award, que premia proyectos innovadores de promoción del reciclaje de papel en Europa, con un jurado compuesto por miembros del Parlamento Europeo y la Comisión Europea, asociaciones (Association of Cities and Regions for Recycling and Sustainable Resource Management, ACR+) y ONGs (WWF International).

Tu papel 21 y Pajaritas Azules

ASPAPEL renovó en 2016 su programa Tu papel 21, tras diez años al servicio de los ayuntamientos, ofreciéndoles asesoramiento técnico, reconocimiento y visibilidad en la mejora continua de la gestión municipal de la recogida selectiva de papel y cartón.

El programa es ahora anual y los municipios que cada año alcanzan altos niveles de excelencia en la gestión de la recogida selectiva de papel y cartón obtienen un especial reconocimiento, con un baremo objetivo que se traduce en una, dos o tres Pajaritas Azules.


Convertir los residuos en recursos

Como antesala del evento del próximo 17 de marzo, ASPAPEL organizó ayer un desayuno para presentar a los medios el Informe de la Economía Circular del Papel.

Carlos Reinoso, director general de ASPAPEL e Ignacio Carro, secretario general de AFCO, nos introdujeron en lo que es el futuro de este sector, incidiendo en que la economía circular es la clave y la tendencia de la industria para conseguir su sostenibilidad, eficiencia y competitividad en el tiempo.
 
La economía circular es un nuevo paradigma, lanzado desde la Unión Europea y aplicable a todas las áreas, con el que se pretende acabar con la economía lineal basada en producir, usar y tirar.  
Consiste en convertir los residuos en recursos y esto mejor que nadie, lo sabe hacer la industria papelera de nuestro país.
España es el segundo país de Europa en reciclaje de papel y cartón después de Alemania. Con eficientes sistemas de recogida y tratamiento se recogen 4.3 millones de toneladas de papel y cartón, lo que equivale al 70% del consumo.
Pero el reciclaje, aun siendo una parte fundamental de este nuevo paradigma, no es el único. Todo el ciclo de vida del producto, desde las materias primas hasta el uso debe ser eficiente.
Carlos Reinoso nos resumía así las cuatro fases por las que pasa el producto de la cadena del papel y cómo se está trabajando en cada una de ellas para conseguir un proceso sostenible y circular:
  • Materias primas: En España se plantan muchos más árboles de los que se cortan. El crecimiento anual de la madera es de 46.3 millones de m3 y las cortas anuales (incluida la fabricación de papel) se limitan a 15.5 m3. La fabricación del papel tan solo supone un 33% del corte total de árboles y el 2.7% de la superficie forestal a nivel nacional es suficiente para proveernos el papel que necesitamos. Además el 83% de la madera para papel proviene de plantaciones locales y 5.890 personas están trabajando en ellas. Otra cuestión fundamental en esta fase es la gestión forestal sostenible que nos lleva a la certificación forestal. Hoy en día el 56% de las fábricas y el 82% de los proveedores cuentan con este certificado que garantiza que el aprovechamiento de la masa forestal sea sostenible.
  • Proceso productivo: En este punto hay que tener en cuenta el agua, la energía y los residuos.                                       El proceso papelero utiliza una elevada cantidad de agua, pero tan solo consume un 5%- 10% porque se evapora o se incorpora al producto, el restante 90%-95% del agua empleada se devuelve depurada.                                                       El mismo proceso, requiere de maquinaria de muy alta tecnología por lo que es un sector intensivo en energía. Por ello, existe una fuerte apuesta por sistemas energéticos sostenibles como elgas natural (el 65% del combustible utilizado es de este tipo), la biomasa (supone el 32%) y la cogeneración que ya cuenta con 1.135 MW instalados. Estos esfuerzos han conseguido que se haya producido más papel y celulosa con menor emisión de CO2.                                                       Por último, el volumen de residuos generado por este proceso es importante y lo que se intenta es valorizarlos en lugar de enviarlos a vertederos. A día de hoy ya el 77% de los residuos del proceso papelero son valorizados en simbiosis con otras industrias.
  • Producto: Ecodiseño es la palabra clave en esta fase, tanto el cliente como el consumidor final buscan algo más que la funcionalidad en un producto, también se interesan por cómo se ha fabricado y qué utilidad se le dará en un futuro. Esta nueva moda es sin duda una buena noticia para la industria papelera ya que el papel cuenta con unas claras fortalezas de cara a sustituir a otro tipo de materiales en muchas aplicaciones. Un ejemplo de ello es la creciente sustitución de las bolsas de plástico por las de papel.
  • El final del ciclo de vida: Papel es sinónimo de reciclaje y como dijimos al comenzar este post, España es el segundo país en reciclaje de la Unión Europea. El 70% del papel reciclado se recupera y existe capacidad recicladora suficiente para garantizarlo.