Alíate y vencerás
En determinadas ocasiones, por mucho que lo deseemos con todas nuestras fuerzas, solos no podemos. Éste, es un sentimiento que se puede extrapolar tanto al entorno profesional como el personal y ante el cuál debemos tener con una actitud positiva y visionaria. No intentes poner diques al mar, si crees que algo es posible, busca las soluciones que te lleven a hacerlo realidad.
Una opción para expandirse con garantías allá donde queramos, consiste en abrir una oficina comercial en el país de destino. En este escenario nos encontraremos con elevados costes derivados de la contratación de recursos en el país de destino; una considerable inversión inicial en tiempo y dinero (viajes, apertura de la sociedad, contratación de servicios legales y administrativos…); además, hay que tener en cuenta otros factores, como la falta de imagen de marca frente a la competencia.
En determinadas ocasiones nos lanzamos a la aventura, optamos por la internacionalización. Salimos de nuestro pequeño mundo a otros cercanos, donde nos sentimos relativamente cómodos: Portugal, sur de Francia, etc., pero ir más allá comienza a ser un terreno desconocido. Un territorio aún por explorar, donde la cultura de trabajo, el idioma, los horarios, las tasas y aduanas suponen una barrera importante a la hora de operar.
No te conocen y la reacción natural suele ser aquella de: “más vale malo conocido…”. Por lo que generar notoriedad (a través de la comunicación y publicidad) implica más gasto. Estariamos ante un claro problema de penetración en el mercado (conseguir nuevos clientes en el lugar de destino) y de rentabilizar nuestra apuesta al abrir esta sucursal. Pero no todo son puntos negativos, sin duda alguna, la presencia de un equipo propio en el país de destino, te permite generar un mayor grado de confianza en tus clientes.
¿Alguna otra opción de internacionalización?
Sí las hay, y una de ellas es apoyarte en un partner local en el país de destino. Una empresa autóctona ya consolidada que conoce el mercado y “juegan en casa”. Este tipo de alianza te reportará diversos beneficios: gestionan la logística, son conocidos localmente, no tendrán problemas de cultura ni de idiomas, y por lo general soportan los costes de estructura; no obstante, podría resultar menos interesante de lo que esperábamos.
Por un lado, el partner querrá una contraprestación (fee mensual/anual, trabajar por comisión, etc.) para cumplir con los SLA (Service Level Agreement) que nosotros ofrecemos a nuestros clientes y que por lo tanto exigiremos. Su compromiso se basará en estas contraprestaciones, haciendo que la rentabilidad de nuestros proyectos se vea altamente afectada.
Y por el lado opuesto, existe cierto riesgo en la consecución con éxito de los proyectos, al dejar nuestro trabajo en manos de profesionales a los que "no conocemos", se encuentran lejos y tienen unos procesos o formas de trabajar propias que podrían diferir de lo que nuestro cliente necesita.
Si la logística, costes y/o comunicación de este modelo de internacionalización no te encajan, mi recomendación es apoyarte en un partner compatriota que conozcas bien. Un apoyo cercano geográficamente, con el que compartes cultura, idioma, horarios y probablemente, hasta el equipo de fútbol al que animas. Mientras él ofrece su Know How en el extranjero, tú ahorras costes y ofreces servicios con garantías en el extranjero a tus clientes actuales. ¡Y a los que están por venir!
Independientemente de la modalidad elegida busca una mano amiga que te brinde un equipo especialista en la materia, muy parecido al tuyo, que conozca las necesidades de tus clientes y del sector a nivel internacional y, lo más importante, la solución. Que te brinde sus procesos definidos de comunicación y desarrollo de proyectos en el extranjero, y además, sepa qué ofrecer a empresas que quieren crecer y desarrollarse fuera de su país de origen, sorteando las barreras que a nosotros se nos pondrían por delante.
Aspiremos a estas nuevas oportunidades de crecer.
¿Offset versus Digital?
La tecnología de impresión más utilizada en el mundo sigue siendo el offset aunque la digital crezca con fuerza. Pero, ¿cuál es su futuro? Clientes, impresores y expertos se resisten a elegir y auguran larga vida a las dos tecnologías.
Offset, tecnología líder y con futuro
Jordi Collado, director comercial y de marketing de IPAGSA, compañía especializada en planchas de offset, es tan optimista o más. Asegura que "los segmentos más pujantes de la industria gráfica, como el packaging, apuestan cada vez más por la tecnología offset como la mayoritaria para su estrategia productiva". "Sigue siendo la que ofrece soluciones de mayor calidad y costes más competitivos –añade-, por lo que podemos augurar un futuro muy positivo".
Previsiones aparte, Jordi Quera aconseja no plantear disyuntivas: "debemos empezar a no pensar en una tecnología concreta de impresión, sino en la combinación de tecnologías para conseguir la máxima flexibilidad para producir cada tipo de impreso". La clave es adaptarse a las exigencias del consumidor y ser competitivos. La tecnología offset mejora día a día con novedades que permiten aumentar su competitividad: nuevas máquinas que reducen los tiempos de preparación y automatizan procesos, innovaciones que ahorran el consumo de productos químicos y costes, etc. Según Jordi Collado, los impresores están invirtiendo en offset para aumentar capacidad productiva: "cualquier impresor hoy está produciendo con un nivel de competitividad mucho mayor que cinco años atrás. De otro modo ya no estaría activo. Esto demuestra que el offset está más vivo que nunca, precisamente porque se está adaptando a los nuevos retos y cambios del mercado actual".
Acabados que impresionan
Una invitación que sólo se lee bajo el agua, una revista que huele a chocolate o una etiqueta que cambia cuando la enfriamos o la calentamos. Imprimir imaginación al producto gráfico y sus acabados puede ser el secreto del éxito.
"Cree una vaca púrpura en su negocio o será invisible". Lo advertía hace unos años el gurú del marketing Seth Godin y hoy se ha convertido en un mantra. Captar la atención, sobresalir en el lineal, asombrar con un folleto o una invitación o seducir desde una etiqueta es el reto. Y, a menudo, el éxito puede estar en manos de los acabados de nuestro producto impreso.
Ser conscientes de las exigencias del consumidor y tratar de sorprender al cliente. Entre los casos de éxito de Grifoll destacan etiquetas que descubren mensajes si se enfrían o se calientan, portadas de revistas que el lector puede dibujar con el dedo o invitaciones legibles sólo bajo el agua. Su responsable de marketing, Mateo Hilderink, asegura que el cliente pide acabados especiales "para dotar al producto de mayor funcionalidad, con productos como una etiqueta antideslizante, o para llamar la atención con, por ejemplo, promociones con olor". Tiene claro quelos acabados especiales son una oportunidad de crecimiento, porque representan una diferenciación difícil de copiar, requieren de maquinaria concreta y necesitan un know.
Oportunidades de negocio
Sobresalir, sorprender, seducir. Éstos son, y serán, los objetivos de miles de marcas: no dejar indiferente al consumidor y distanciarse de la competencia. De esta necesidad nace una constante sofisticación en el aspecto final de los productos impresos, lo que supone nuevas oportunidades de crecimiento para las empresas del sector, y por tanto una mayor demanda para los acabados especiales.
La necesidad de distinguirse, además, afecta a todos los sectores de gran consumo. Aunque en algunos, como el de la alimentación, la cosmética y otros productos de gama alta, la competencia es feroz. Uno de los campos que ha potenciado más el uso de la serigrafía es el de la etiqueta en continuo, no hay botella de vino que se precie que no lleve algún detalle en serigrafía.
El sector textil con sus tintas de relieve, también ofrece acabados espectaculares, y no olvidemos que cada día pasan por nuestras manos billetes de banco que también llevan serigrafía incorporada. El potencial es enorme, y destaca todos los efectos especiales que se pueden conseguir con la serigrafía gracias a la posibilidad de obtener diferentes grosores de capa en una sola estampación. Además, permite utilizar pigmentos con un espesor de más de 200 micras, imposible con otros sistemas de impresión.
Conscientes de la creciente necesidad entre las empresas gráficas de crear productos de alto valor añadido, Graphispag 2015 volverá a reunir a algunos de los proveedores de maquinaria de manipulados y post-impresión más punteros. Una oportunidad única para descubrir lo último en acabados que impresionan y que pueden abrir nuevos nichos de mercado.
Packaging antifalsificación
El uso de la impresión 3D en la fabricación de prototipos y en la personalización de envases y la mayor demanda de sistemas antifalsificación marcan tendencia en el packaging para sectores no alimentarios. Todo ello sumado a la preocupación por la reducción de costes y la mejora de la sostenibilidad.
- Acelera el proceso de fabricación
- Consigue geometrías ilimitadas
- Mejora la escalabilidad y el rendimiento
- Reduce los procesos
Sistemas antifalsificación
Prótesis e impresión 3D
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