La ciencia «ficción» del papel y la impresión

Analistas y gurús de medios de comunicación llevan años anunciando la muerte del papel, pero lo cierto es que el papel sigue siendo uno de los bienes más preciados de nuestra sociedad. Tanto es así que ahora son varias las compañías que investigan diferentes métodos y procesos para transformarlo y adecuarlo a las necesidades de los consumidores.

Una vez que “las altas esferas” han entendido que el papel no puede desaparecer, han decidido emplear todos sus conocimientos para transformarlo ya que en este mundo tecnológico, todo lo que no muere debe evolucionar.

Inkless: impresora sin tinta ni tóner

La impresora inkless desarrollada por investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos prescinde de tóner, y usa un haz de luz láser para imprimir quemando directamente la superficie del papel.

A diferencia de las impresoras térmicas (de uso habitual para la impresión de tickets de caja y comprobantes de operaciones bancarias con tarjeta y que requieren un papel específico para una impresión temporal), la impresora láser sin tóner funciona con papel normal, y la impresión es permanente.

La idea parece sencilla, pero no lo es tanto cuando se trata de obtener buenos resultados: “Si intentas hacer algo parecido normalmente tendrás problemas con el color que será más bien marrón. También con la calidad de la impresión, que no será permanente”, dice Venkatesh Chandrasekar, uno de los investigadores. “Lo que hemos conseguido es asegurar la calidad de la impresión, que el color de la tinta sea igual de negra que la que se obtiene con una impresora convencional”.

Papel fotosensible que permite borrar y volver a imprimir

El equipo formado por investigadores de la Universidad de Shandong, la Universidad de California y el laboratorio nacional de Berkeley han desarrollado un papel fotosensible y reversible que permite la impresión directa con luz, borrar y volver a imprimir.

La impresión con luz permanece durante cinco días y pasado ese tiempo desaparece pudiendo volver a utilizar el papel sin que este pierdas sus propiedades.

El papel consigue estas propiedades gracias a nanopartículas de azul de Prusia, un pigmento azul que se emplea como colorante, y partículas de óxido de titanio.

El titanio actúa como catalizador, al exponer las nanopartículas de óxido de titanio a la luz ultravioleta, se produce una reacción que libera electrones. Los electrones liberados los ganan las nanopartículas de azul de Prusia, provocando que se decolore. Dado que la impresión se basa en la decoloración del tinte azul, cuando este papel reutilizable está en blanco, en realidad es totalmente azul. La impresora proyecta sobre él una imagen negativa de la impresión y toda la superficie del papel sin contenido se vuelve blanco, o casi. En cambio, los textos y los gráficos permanecen de color azul. Según los investigadores es posible usar pigmentos de diferentes colores, su coste de producción sería razonable y ya se han puesto manos a la obra para que en el futuro la impresión resultante sea en color.