¿Sabes cuál es el origen del calendario?
El calendario es un método de contabilizar el transcurso del tiempo, agrupando cronológicamente los días, semanas, meses y años. Pero su evolución hasta llegar a lo que hoy en día entendemos como tal, viene de muy antiguo.
En la antigüedad, el tiempo se medía con datos relacionados con las estaciones, la religión y algo de astrología. Sin embargo, debido a la poca fiabilidad de este método, las civilizaciones antiguas desarrollaron los primeros calendarios lunares. Basándose en las distintas fases de la luna, su órbita y la situación de los planetas en el cielo servían como referencia para una medición del tiempo más fiable.
El calendario Sumerio, considerado el primer calendario de la historia dividía el día en 12 horas y cada una de estas horas se dividía en 30 partes.
Más tarde, los babilonios estudiando la geometría fueron los que idearon la fragmentación del día en 24 horas (y cada hora en 60 minutos) basándose en las partes de una circunferencia.
Los egipcios también hicieron su aportación en cuanto a la medición del tiempo, creando los primeros calendarios solares, guiándose por el movimiento aparente del sol. Y, a su vez, los griegos incorporaron le concepto de año para contabilizar el tiempo.
Sin embargo, nuestro calendario actual, está basado en el calendario juliano, impuesto por el emperador romano Julio César. Incluía las nonas y los idus, estaba configurado en diez meses lunares y tenía una duración de unos 304 días.
El calendario de doce meses no apareció hasta más tarde, cuando Numa Pompilio, segundo rey de Roma, cansado del desfase entre las fechas y las estaciones, decidió buscar una solución, añadiendo dos meses más al calendario para cuadrarlo con el año solar.
Hoy en día, hay incontables maneras de representar el paso del tiempo con los calendarios. Desde calendarios anuales, a agendas o dietarios, pasando por miles de diseños, soportes y formatos.
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