Sostenibilidad del sector de impresión, buenas prácticas
En los sectores de impresión y etiquetas, la Asociación Empresarial de la Comunicación Gráfica, neobis, colaboró ofreciendo datos sobre la gestión de las buenas prácticas que se llevan a cabo es ese subsector.
Un sector comprometido con la transición energética
Por su actividad, las empresas de impresión tienen un gran consumo energético que les ha supuesto un coste reputacional, cuando en realidad estas empresas han invertido muchos recursos para desarrollar métodos y tecnologías que reduzcan el impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad.
Han incorporado dentro de sus estrategias medidas para la minimización de huella de carbono a nivel producto y a nivel organización. Las medidas de eficiencia energética se han implantado desde oficinas y talleres hasta la maquinaria.
En línea con acuerdos multilaterales y estrategias nacionales, se han dado pasos para avanzar hacia la descarbonización mediante la instalación de placas solares y con la contratación de suministro energético 100% renovable.
Propuesta de valor atractiva y sostenible
Como el resto de las empresas de la cadena del papel, las empresas de impresión gráfica y etiquetas se enfrentan a una dificultad de atracción y retención de talento nuevo. Aunque es cierto que, de manera global, ha cambiado el perfil de la demanda de empleo tanto por las expectativas de las nuevas generaciones como por las necesidades que se crearon a partir de la pandemia, también se ha demostrado que las empresas pueden movilizar recursos para adaptarse a circunstancias disruptivas y adoptar medidas más flexibles.
Las tendencias en la evolución de la demanda de empleos muestran que se prefieren empleos que ofrezcan equilibrio entre la vida laboral y personal en empresas con propósitos ambientales y/o sociales. El sector ya ha evolucionado en criterios que los stakeholders consideran importantes, invirtiendo en la reducción de impactos de la actividad en el medio ambiente y en el aumento de medidas de seguridad para evitar accidentes laborales.
Se puede considerar un sector atractivo porque el cuidado de la naturaleza (específicamente de los bosques) es inherente a su crecimiento económico y a ello se suma que ofrecen una retribución interesante y reconocimiento profesional continuo.
La pandemia ha acelerado los procesos de cambio dentro de la empresa, han aumentado las medidas de conciliación y flexibilidad a través de toda la estructura organizacional y los puestos de trabajo han evolucionado con resultados positivos en el desempeño de las personas.
Aún queda lugar para la mejora de la sostenibilidad de los materiales auxiliares en los productos y en la tecnología, que se mantiene a través del firme compromiso con la innovación. Queda poner los esfuerzos para impulsar la diversidad generacional del sector.
Papel y cartón: productos sostenibles por excelencia
El papel y el cartón llevan en su ADN el concepto de economía circular, que se extiende por toda su cadena de valor. La misma actividad depende y promueve la buena gestión de los bosques a través de certificaciones de origen y de cadena de custodia.
La materia prima principal de los productos de papel y cartón es biodegradable y reciclable por naturaleza. Para el resto de los consumos de materiales auxiliares que se necesitan para la presentación del producto final, las empresas priorizan el uso de materiales que contengan menos contaminantes, como en el caso de las tintas. O cuando el mercado todavía no ofrece certificaciones de responsabilidad ambiental o social, se cuida trabajar con productos fabricados en zonas sin riesgo donde la legislación avala los orígenes responsables.
Por defecto, el sector del papel ofrece una amplia gama de productos certificados, lo cual le da una ventaja frente a otros productos ya que en los últimos años se ha potenciado la incorporación de criterios sostenibles en las compras de los clientes.
Además, se mantiene un compromiso con la innovación para utilizar y desarrollar materiales más respetuosos con el medio ambiente.