ITENE desarrolla técnicas de descontaminación de papel y cartón para favorecer su reciclaje
El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) ha desarrollado con éxito un conjunto de nuevas técnicas para aprovechar y valorizar residuos biodegradables, procedentes tanto de papel y cartón como de fracciones orgánicas de origen urbano, para reintroducirlos en el ciclo productivo con un enfoque de economía circular gracias al proyecto BIOSUST.
En concreto, este proyecto de ITENE, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), ha logrado identificar las técnicas adecuadas para descontaminar las pastas papeleras de los contaminantes que dificultan su uso para aplicaciones de contacto alimentario. Se trata de los hidrocarburos saturados de aceite mineral (MOSH) y aromáticos (MOAH), que provienen en gran parte de las tintas empleadas en papel y cartón.
Asimismo, en el marco de BIOSUST se han introducido mejoras en las técnicas de compostaje industrial que permiten obtener un compost de mayor calidad en menos tiempo. Para ello se han tomado muestras poblacionales en las distintas etapas del proceso para distintos tipos de sustratos (celulósico y polimérico), determinando qué población microbiana está presente en cada una de las etapas para su posterior aislamiento, cultivo e inoculación.
Por último, para conseguir el máximo aprovechamiento de la materia orgánica contenida en los residuos de origen urbano se ha trabajado en la monitorización de la degradación de dicha materia a través de sensores que evitan que se transformen en productos químicos no aprovechables.
Adicionalmente, desde ITENE se ha abordado el aprovechamiento de este tipo de residuos en aplicaciones de alto valor añadido a nivel industrial (precursores, productos técnicos, polímeros, alcoholes, etc.) mediante procesos de hidrólisis (reacción química en la que el agua actúa sobre otra sustancia para formar una o más sustancias nuevas) y fermentación. Esta tecnología permitirá obtener valor de los residuos orgánicos urbanos recogidos tanto de la recogida en masa (contenedor gris) como de los nuevos sistemas de recogida selectiva de orgánico (contenedor marrón).
Nanocelulosas que convierten al papel en un material altamente resistente y muy ligero
La celulosa es uno de los materiales renovables más abundantes y disponibles para la producción de artículos industriales empleados tradicionalmente en la fabricación de papel, cartón, composites plásticos y/o productos de higiene. Partiendo de las fibras de celulosa, y tras un tratamiento específico, es posible obtener nanocelulosas, que convierten a materiales como el papel, cartón y el plástico en altamente resistentes y muy ligeros.
En ello trabaja el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) en el marco del proyecto MFC_PROD, que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial a través de los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional.
Su objetivo principal es la obtención de nanocelulosas a partir de fuentes alternativas y posterior validación como agente de refuerzo mediante su incorporación en productos de papel, cartón y plástico destinados a aplicaciones de gran volumen.
En primer lugar, ITENE trabaja para obtener nanofibras de bajo coste cambiando la materia prima de partida y aprovechando el conocimiento adquirido en pretratamientos durante el año 2016. Además, busca establecer índices de calidad de las nanocelulosas obtenidas en la planta piloto.
Otro objetivo consiste en aplicar las MFC obtenidas en papel, cartón y composites poliméricos con el fin de mejorar sus distintas prioridades, principalmente: resistencia mecánica, permeabilidad y acabado superficial.
Por último, ITENE trabaja en ampliar el conocimiento sobre el diseño de nuevas tecnologías de producción de composites de MFC-polímeros termoplásticos, aditivando la MFC mediante tecnologías novedosas que permiten reducir costes de proceso manteniendo la estructura y morfología de la fibra en el composite.
Las materias primas de este proyecto son la madera, los residuos agrícolas y las plantas anuales. Como resultado, ITENE espera disponer de un proceso optimizado de extracción de nanofibras a partir de dichas materias primas y poder así obtener papeles y composites reforzados con propiedades mejoradas.
Envases activos e inteligentes para los alimentos
Los consumidores demandan, cada vez más, alimentos de alta calidad, en la que se incluyen aspectos relacionados con el valor nutricional, la experiencia sensorial y que sean alimentos seguros. Por lo que la fecha de caducidad de los productos y su estado es fundamental en la decisión de compra del consumidor.
Para responder a estos grandes retos de conservación y seguridad, el centro tecnológico ITENE ha conseguido crear un envase generador de atmósfera modificada para mantener el producto envasado –en este caso la carne de pollo- en unas condiciones de frescura idóneas en todo momento.
El proyecto Chickenpack, que ha contado con el apoyo del IVACE de la Generalitat Valenciana y los Fondos FEDER, también ha desarrollado un envase antimicrobiano para garantizar la seguridad microbiológica frente a la bacteria Campylobacter (la zoonosis más frecuentemente reportada a nivel europeo) de la carne fresca de pollo.
Entre las grandes ventajas que aportan estas tecnologías destacan:
- La capacidad de conservar el producto sin necesidad de incorporar una mezcla de gases en el envasado. El envase genera su propia atmósfera protectora una vez está cerrado, lo que supone una ventaja especialmente en canales de venta al corte de producto fresco, donde es muy habitual el re-envasado sin atmósfera protectora.
- La reducción de contaminaciones por Campylobacter, reduciéndose el coste económico de la campilobacteriosis sobre la productividad y los costes de atención sanitaria. Y principalmente, beneficia a las empresas, ya que significa una garantía adicional a las altas medidas de seguridad que en estos momentos existen en la industria.
- Mayores tiempos de permanencia en los lineales de los canales de venta redundando en mayores oportunidades de venta y negocio.
- Se reducen los costes originados de la gestión de residuos de producto envasado que ha caducado y existen menores exigencias a la cadena de transporte y distribución lo que se convierte en menores costes logísticos.
Pero es que además, mediante la etiqueta de frescura también desarrollada por ITENE se puede monitorizar el deterioro del producto. El indicador inteligente permite a la industria adaptarse a las tendencias de conservación y venta de productos alimentarios. Esta solución muestra el buen estado del producto durante todo el proceso y mediante un indicador visual –la etiqueta cambia de color- se puede identificar un alimento que ya no se encuentra en buen estado para su ingesta.
ITENE desarrolla un innovador envase microondable que utiliza tinta en lugar de aluminio
El uso de los susceptores microondables es cada vez más patente en numerosos productos alimentarios. Destaca un importante grado de aplicabilidad en platos preparados, snacks o productos de bollería. De hecho, las cifras de consumo actual para estos productos y su previsión para los próximos años están en alza según ITENE.
Entre los snacks, cabe destacar las palomitas microondables como la referencia más consumida a nivel mundial por el uso de este tipo de susceptores. Estos dispositivos se basan en aluminio depositado sobre films de polietileno tereftalato (PET). Esta forma de fabricación encarece el precio final del envase, además de hacer más compleja su reciclabilidad.
En este contexto, ITENE ha desarrollado en el proyecto PACK4Microsuscep un producto innovador basado en la impresión de una tinta conductora sobre un sustrato para el cocinado rápido de alimentos por microondas. Se trata de una iniciativa cofinanciada por el IVACE de la Generalitat Valenciana y los Fondos FEDER.
Reducción de costes de fabricación con esta solución de ITENE
Esta solución, para la que el centro experto en envase ha solicitado una patente, aporta una reducción en el coste total del producto al que va dirigido sin ver mermada su calidad natural. Simplifica al máximo su proceso de elaboración, y su reciclado es sencillo.
El susceptor impreso microondable es apto para el cocinado de snacks expansibles y el calentamiento de alimentos pre-cocinados.
También proporciona soluciones aplicables a un sector con un alto potencial de ventas, centrado en envases para productos de alimentación de comida “ready to eat” dedicadas al sector de los snacks expansibles o de los alimentos de V Gama.
La iniciativa está financiada por IVACE, Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial de la Generalitat Valenciana, a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, en el marco del programa de ayudas dirigidas a centros tecnológicos con el expediente IMDEEA/2017/125.