¿Cómo gestionar en las empresas las diferencias generacionales?

Que las distintas generaciones puedan chocar al coincidir en el tiempo y en los mismos lugares, es algo intrínseco a la vida misma, así como un mecanismo de renovación y, en muchos casos, de revolución por las visiones tan contrapuestas ante unos mismos hechos. Son las llamadas diferencias generacionales.

La empresa, el lugar de trabajo en el cual pasamos tantas horas a lo largo de nuestra vida, no es un territorio ajeno a esta problemática. Es más, ha sido y es uno de los entornos en el que las diferencias generacionales se han hecho más patentes, por lo que los choques generacionales pueden ser una fuente de conflictos internos que afecten directamente a los resultados de la empresa, de no ser bien gestionados.

Para gestionar adecuadamente las diferencias generacionales debemos tener en cuenta estos dos pilares, respeto y aprovechamiento:

  • Respeto: que debe partir de un lado hacia otro, tanto de los mayores hacia los trabajadores más jóvenes y viceversa. En muchas ocasiones y, de manera tradicional, se han tenido poco en cuenta las capacidades y las opiniones de los jóvenes por falta de experiencia. En estos momentos, los trabajadores más jóvenes viven con mayor facilidad y naturalidad los cambios derivados de la crisis que hemos atravesado en los últimos años que, no sólo ha modificado las reglas del juego desde un punto de vista económico, sino también social. Son trabajadores a los que estos cambios no les han supuesto una adaptación ya que se han formado en ellos y los tienen aprehendidos. Son sus reglas del juego y en muchos casos no han conocido otras.

Por otro lado, nos estamos empezando a encontrar con una nueva realidad empresarial: los Millennials están alcanzando ya puestos de responsabilidad e incluso directivos. No deben caer en el fácil error de que el trabajador más mayor está desfasado o es incapaz de asimilar los cambios. Son trabajadores que tienen todavía mucho que decir y mucho que aportar y, en muchos casos, poseen una gran capacidad de trabajo y han visto muchas cosas, por lo que no se les puede dejar de lado o, directamente, eliminarlos de las empresas.

  • Esto nos lleva al otro pilar, el aprovechamiento, o dicho de una manera más técnica, a la creación de las sinergias que puedan surgir del confluir de generaciones distintas y tan diferentes. No debemos caer en los viejos errores ni olvidarnos de que, la base de la supervivencia, es la adaptación a los cambios y quién mejor se adapta, es quién triunfa. Vivamos los proyectos empresariales como búsquedas de éxito y no cómo un lugar donde imponer nuestros miedos al cambio o al pensamiento diferente al nuestro.

 

Autora: Rosario Trasobares AlmagroConsultoría Jurídico-Laboral neobis