Generación Z, hacia la globalización de las pymes

La generación Z está preparada para trabajar con nuevas tecnologías, entiende la globalización y está comprometida con las causas sociales.

Se calcula que la clase media mundial estará compuesta por 3.200 millones de personas en 2020 (frente a los 1.800 millones de 2009), lo que impactará fuertemente en la transformación de los negocios, que tenderán a globalizarse. Si a esta realidad se añade que las tasas de comercio global están creciendo a un ritmo que dobla ya el PIB mundial con respecto 1980, la conclusión es que la globalización actuará como dinamizadora del cambio en las empresas, y especialmente en las pymes.

De acuerdo con una investigación impulsada por Ricoh Europe, existen tres áreas fundamentales donde la globalización afectará a las empresas. En primer lugar, éstas tendrán que lidiar con la aparición de un consumidor mundial, con expectativas superiores y requerimientos muy locales. Además, el trabajo colaborativo (y las tecnologías que lo permiten) dibujarán un nuevo mercado global de ideas e innovación.  Por último, el impacto de la competencia empresarial a escala global retará y cambiará el modo en que se ejerce el liderazgo, tanto en empresas locales como mundiales.

Generación Z: nativos digitales e innovadores

La innovación, la colaboración y la agilidad corporativa son elementos vitales para el desarrollo de los mercados globales, que han de nutrirse de una red mundial de ideas y deben asegurarse de introducir planteamientos locales como parte de su estrategia de expansión global. En paralelo, deben utilizar la tecnología como catalizadora para el desarrollo del negocio.

Según los expertos, la capacidad para entrar en los mercados en desarrollo a menudo depende de abordar o superar los problemas sociales que han retraído el desarrollo comercial local. Es más probable que una compañía extranjera se granjee la confianza de los consumidores locales si se compromete activamente con una actividad de RSC. Y ese compromiso debe ser genuino y a largo plazo. Es aquí donde, según la investigación, los integrantes de la Generación Z se convierten en el eslabón natural que une el imparable poder de la globalización con el impacto social de su trabajo, un aspecto que gana peso en la elección de su carrera profesional.

Mejor preparada para los inevitables cambios que redibujarán el puesto de trabajo, los miembros de la Generación Z se comportan como nativos digitales a la hora de trabajar con las nuevas tecnologías.

Colaboración remota

El estudio indica también que en el nuevo entorno globalizado, la colaboración y la digitalización serán la tónica general en cuanto al modo de trabajar. Tanto las pymes como la Gen Z están perfectamente posicionadas para obtener ventajas de ese cambio, uniendo las muchas potencialidades que presentan la digitalización y la globalización.

El estudio arroja que el 79 por ciento de los líderes de las pymes creen que sus compañías tienen una ventaja competitiva frente a empresas más grandes, porque pueden optimizar procesos más rápidamente.

En definitiva, si las pymes saben reconocer y anticipar estas ventajas en sus propios negocios, así como aprovechar las actitudes y habilidades de los nuevos trabajadores de la Generación Z, entonces podrán disfrutar de los beneficios de un mercado global en desarrollo.