La productividad y el estado emocional

“El trabajador con sobrecarga de trabajo rinde más” o “el trabajador estresado es el más productivo”, son dos frases que apenas contienen verdades. Es cierto, que hay personas que, en determinados momentos, pueden ser más productivos bajo presión, pero en el medio o el largo plazo esto se convierte en un imposible, ya que el estrés es una emoción que bloquea y produce el efecto contrario, hace que disminuya la productividad de los trabajadores.

¿Por qué, sin embargo, esta creencia está tan arraigada en nuestros entornos laborales? Por una razón simple, pero a la vez muy peligrosa, muchos empresarios o directivos consideran que el trabajador que está tranquilo en su puesto de trabajo no está trabajando o rindiendo lo suficiente o que esa tranquilidad es fruto de una carga de trabajo inferior a la que puede abarcar, es decir que la productividad de esa persona no es óptima.

Con la sobrecarga de trabajo generamos el efecto contrario, el estrés bloquea al trabajador, lo enerva y hace que se vuelva más lento en su trabajo al querer ir más deprisa y, sobre todo, que ante este estado de cerrazón mental pueda cometer más errores, fallos que de otra manera no se hubieran sucedido, reduciéndose así su productividad.

Vivimos en un mundo donde los tiempos se han acelerado gracias a las nuevas tecnologías (para bien y para mal), los horarios son amplios y complejos y las obligaciones actuales absorben mucho tiempo y dedicación. Al empleado normal ya no sólo le estresa el trabajo, sino que su propia vida personal actual en muchos casos también supone un cúmulo de preocupaciones, carreras etc. Por lo que si sumamos el estrés laboral al estrés personal puede ser un cóctel muy difícil de gestionar para el propio trabajador y para la propia empresa.

A esto tenemos que unir que esta situación de estrés general, no supone un hecho aislado de trabajadores concretos, sino que la mayoría de los empleados actualmente están inmersos en esta dinámica de estrés de la que en muchos casos ni siquiera son conscientes, porque es su rutina habitual y el de las personas de su entorno familiar, social y laboral. Es por esta razón que este es un fenómeno de tipo global al que se han de enfrentar las organizaciones empresariales hoy en día si quieren aumentar su productividad.

Las organizaciones empresariales no pueden solucionar, lógicamente, todos los problemas de sus empleados, pero sí instaurar rutinas y un reparto de trabajo que sean lógicas y abarcables. Es cierto que puede haber momentos con puntas de trabajo que deben ser afrontadas, pero eso no significa que haya que estar en esa punta en todo momento porque ya sabemos cuál es el resultado: el trabajador estresado no rinde más, es menos productivo.

Autor: Rosario Trasobares, Asesoría Jurídico- Laboral neobis


Retener el talento en 2015

En 2014 el número de despidos realizados por parte de las empresas se redujo un 10% respecto 2013. Aun así este porcentaje siguió siendo alto - un 46%-, pero se comienzan a divisar señales de recuperación.

Así lo publicaba la Guía del mercado laboral 2015 realizada por la multinacional de selección de personal Hays: en 2015 seis de cada diez empresarios prevé hacer contrataciones. Sin duda buenas noticias para un mercado en el que la tasa de paro se encuentra en un 23,40%.

¿Y qué buscan los empresarios en las personas que van a contratar en 2015?

Le darán más valor a la experiencia profesional de los candidatos que a su formación. El 82% de los empresarios considera que la trayectoria profesional es más importante que la académica, frente al 18% que opina de forma contraria.

Pero además de la experiencia laboral, las empresas en 2015 buscan personas proactivas, con capacidad de adaptación y polivalentes.

Los candidatos tienen que ser todoterreno y estar dispuestos a echar una mano a un compañero en cualquier momento. Y se acabó lo de limitarse a realizar el trabajo que le piden, los empresarios piden aspirantes con ideas y ganas de hacer cosas nuevas.

¿Cuál es la visión de los trabajadores sobre el mercado laboral?

Respecto a la imagen de los empleados sobre este tema, son algo más escépticos. Según la encuesta realizada por Hays a más de 8000 trabajadores, solo un tercio de los encuestados considera que la situación está mejorando, mientras que otro tercio cree que está igual y el 31% restante piensa que ha empeorado.

Ante este panorama, seis de cada diez personas empleadas están buscando trabajo de forma activa y un 20% necesita cambiar de trabajo de forma urgente.

Pero este sentimiento no es percibido por parte de los departamentos de recursos humanos de las compañías, ya que el 70% no teme que se produzca una marcha de sus plantillas en 2015. Es decir, creen que todavía el movimiento laboral es pequeño y que el miedo a la crisis hará que los trabajadoras se queden donde están.

Bajo nuestro punto de vista, consideramos que 2015 es y será un año de activación del mercado laboral. Por eso, recomendamos a todas las empresas y empresarios que empiecen a quitarle el polvo a los programas de retención del talento. Si creen que son lo que son y están donde están gracias a las personas que forman su equipo, tendrán que luchar para que estas se queden con ellos.