Tintas en contacto directo con alimentos

El cometido principal de los envases es proteger el producto, facilitar el almacenamiento e  informar sobre la composición y modo de empleo. Además, a día de hoy, el packaging es considerado como un instrumento de marketing incluso de mayor impacto en el consumidor  que la publicidad -Según una encuesta, el 85% de los consumidores considera primordial el diseño y los colores del packaging en la decisión de compra-. Por lo que el diseño, la materia prima y las tintas juegan un papel crucial en el envase.

Si llevamos todos estos requisitos al sector alimentación nos encontramos con un gran reto, y es que el envase que está en contacto directo con el producto que va a ser ingerido tiene que cumplir con los más altos cánones de seguridad. ¿Cómo hacer que un envase de alimento sea funcional, cumpla con la normativa y además sea atractivo?

Aquí es donde entran en juego las tintas de base acuosa específicas para ser impresas sobre alimentos

Doneck Network, que goza de una gran reputación en el mercado por sus aplicaciones para objetos de necesidad y ha certificado su sistema de gestión conforme a la norma de higiene DIN EN ISO 22000, ha visto crecer su demanda de productos para aplicaciones especiales por parte de los fabricantes de envases y ha desarrollado la serie de tintas adecuada para tal fin.

La serie de tintas de base acuosa EURO- Contact en combinación con un barniz de sobreimpresión son adecuadas para el contacto directo con los alimentos, asegurando la protección frente a la migración y contaminación de sustancias entre el producto y el envase.

Doneck network clasifica esta aplicación de productos como especialmente delicada dentro de su sistema de gestión de la seguridad de los productos y garantiza la seguridad alimentaria a través de un laboratorio independiente acreditado.

Los equipos de este laboratorio han realizado un complejo trabajo de desarrollo para crear esta serie de tintas probadas y certificadas por ISEGA. Estas tintas se usan incluso en la impresión de moldes de papel de magdalenas, alimento que se calienta hasta una temperatura de 220 grados, siendo por tanto apta en condiciones extremas sin permitir ninguna transferencia de color ni sustancia al alimento.