RETRASO en la aplicación del nuevo Reglamento Europeo sobre deforestación (EUDR)
RETRASO EN LA APLICACIÓN DEL REGLAMENTO DE LA UE CONTRA LA DEFORESTACIÓN
La Comisión Europea ha propuesto un retraso de 12 meses en la aplicación del Reglamento contra la Deforestación. Aunque la norma debía aplicarse a partir del 30 de diciembre de 2024, se ha planteado un período adicional para que las empresas puedan adaptarse de manera gradual.
En caso de que esta propuesta sea aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo, las fechas de aplicación quedarían de la siguiente manera:
- Grandes empresas: a partir del 30 de diciembre de 2025.
- Micro y pequeñas empresas: a partir del 30 de junio de 2026.
El Reglamento de la UE contra la Deforestación afecta principalmente a empresas que importan o utilizan materias primas vinculadas a la deforestación, como productos derivados de estos (papel y cartón); es decir, afecta a empresas del sector, siendo alguna de las obligaciones previstas con excepciones en el caso de PYMES):
- Ejercer diligencia debida para asegurar que esos productos sean "libres de deforestación".
- Declaración de diligencia debida en el caso de introducir en el mercado de la UE estos productos.
- Información y trazabilidad de los productos utilizados o importados.
Desde neobis, recomendamos a las empresas que sigan avanzando en sus procesos de adaptación y previsión, aprovechando este tiempo adicional para asegurar que todas las operaciones cumplan con las exigencias del reglamento. Informaremos sobre cualquier actualización oficial al respecto.
ASESORÍA JURÍDICA NEOBIS
NAVIGATOR considerada la empresa más sostenible del sector Forestal a nivel mundial
The Navigator Company se encuentra en la cima de la lista de empresas de Papel y Silvicultura con menor riesgo ESG para inversores, según la clasificación ESG Risk Rating 2024 de Sustainalytics.
Con una puntuación de 11,6 en este ranking, Navigator ocupa el 1º lugar de la lista de 85 empresas globales que forman parte del grupo de industrias de Papel y Silvicultura e, igualmente, el 1º lugar en el subconjunto de 63 empresas del grupo Papel y Pulpa, estando en el top 5% entre más de 16.200 empresas mundiales en todos los segmentos de actividad.
El 12 de julio, Navigator se sitúa en la franja inferior del nivel de riesgo "bajo", con la gran mayoría de los temas presentando un riesgo "despreciable". La apuesta continua en el refuerzo de las prácticas relativas a los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza del negocio de la Empresa, lo que se traduce en una sólida gestión de su exposición a los riesgos ESG, evaluada en más de 70 indicadores del marco de Sustainalytics, lo que ha permitido una evolución muy significativa en esta clasificación.
Las clasificaciones ESG Risk Ratings de Sustainalytics miden el rendimiento en sostenibilidad de una empresa y, para ello, evalúan la exposición a los riesgos materiales ESG, relacionados con factores ambientales, sociales y de gobierno societario, así como la forma en que la empresa gestiona estos riesgos.
Los indicadores evaluados abarcan temas relacionados con la gobernanza societaria, la gestión de las emisiones de carbono, residuos y efluentes, gestión del agua, relaciones con las comunidades, productos y servicios, capital humano, salud y seguridad en el trabajo, uso del suelo y biodiversidad, y gobernanza de las partes interesadas.
La evaluación y el buen posicionamiento de Navigator en este ranking reflejan el trabajo realizado por la Empresa para integrar la sostenibilidad como prioridad en su modelo de negocio, demostrando la capacidad de anticipar y gestionar los riesgos ESG en la conducción de sus actividades. En 2023, Navigator ya había sido clasificada como empresa de bajo riesgo para inversores y reconocida como una "ESG Industry Top Rated Company" en esta misma clasificación. Pero en 2024 mejoró de forma significativa su puntuación y su posicionamiento.
La Empresa también destaca como miembro del WBCSD - World Business Council for Sustainable Development, una organización de gran relevancia global en el campo de la sostenibilidad que reúne a algunas de las mayores empresas del mundo. Navigator es también la única empresa portuguesa que participa en el Forest Solutions Group, un grupo sectorial para la silvicultura de esta organización.
Cabe destacar que, a finales de 2022, la Empresa vio sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero aprobadas por la iniciativa Science Based Targets (SBTi), afirmando su liderazgo en sostenibilidad y su ambición en la búsqueda de soluciones para el desafío climático, en línea con la ciencia.
Además, en febrero de 2024, Navigator fue nuevamente distinguida como líder en la lucha contra el cambio climático y en la gestión forestal, recibiendo la calificación de "A-" por el CDP – Disclosure Insight Action.
Al mismo tiempo, la Empresa ha reafirmado su compromiso con el desarrollo sostenible y la inclusión social al firmar el Pacto Más y Mejores Empresas para Jóvenes. Este pacto tiene como objetivo crear condiciones más favorables para la entrada y desarrollo de los jóvenes en el mercado laboral, promoviendo la igualdad de oportunidades y la capacitación profesional.
También a principios de este año, Navigator se adhirió al Pacto Global de las Naciones Unidas y sus 10 principios centrados en áreas de derechos humanos, prácticas laborales, protección ambiental y lucha contra la corrupción, con el objetivo de promover una conducta empresarial responsable.
Sobre The Navigator Company:
The Navigator Company es un productor integrado de silvicultura, pasta, papel, tissue, soluciones sostenibles de packaging y bioenergía, cuya actividad se basa en fábricas de última generación a escala mundial, con tecnología de punta. Es reconocida como una referencia de calidad en el sector en todo el mundo.
Inspirada por las personas, su calidad de vida y el futuro del planeta, la Empresa asume un compromiso con la creación de valor sostenible para sus accionistas y para la sociedad en su conjunto, dejando a las futuras generaciones un planeta mejor, a través de productos y soluciones sostenibles, naturales, reciclables y biodegradables, que contribuyen a la fijación de carbono, a la producción de oxígeno, a la protección de la biodiversidad, a la formación del suelo y a la lucha contra el cambio climático.
La materia prima utilizada por The Navigator Company proviene de bosques plantados exclusivamente para este propósito. Cada año, los viveros de Navigator tienen la capacidad de dar vida a más de 12 millones de árboles. Estos viveros –de los mayores de Europa– producen más de 130 especies diferentes de árboles y arbustos. Muchas de estas especies, aunque no tienen viabilidad económica, son financiadas por la Empresa para la conservación de la biodiversidad y para garantizar la continuidad de las especies.
Los bosques gestionados por The Navigator Company en Portugal tienen un stock de carbono, excluyendo el carbono en el suelo, equivalente a 6,2 millones de toneladas de CO2, valor que se mantiene estable gracias al modelo de gestión sostenible seguido por la Empresa.
El Grupo desarrolla una actividad forestal verticalmente integrada, con su propio instituto de investigación, y es responsable de la plantación de una vasta área de bosque en Portugal continental (1,2% del área del país), 100% certificada por los sistemas FSC® y PEFC. Dispone de una capacidad de producción anual de 1,6 millones de toneladas de papel, 1,6 millones de toneladas de pasta, y 375,5 MW de potencia instalada para la producción de energía. En el papel tissue, Navigator presenta una capacidad anual de producción de 165 mil toneladas y una capacidad anual de transformación de 180 mil toneladas. En 2023, el 76% de la energía producida por Navigator en sus complejos industriales tuvo origen en fuentes renovables, incluyendo biomasa, dándole un papel destacado en el sector, con alrededor del 37,4% del total del país utilizando este combustible ecológico y no fósil. Las renovables también representaron el 80% de la energía primaria consumida en la empresa en el mismo período.
En el ámbito del crecimiento del Grupo, en 2023 The Navigator Company concretó la adquisición del negocio de Consumer Tissue de la española Gomà-Camps, reforzando su posición estratégica en el mercado ibérico de tissue, convirtiéndose en el 2º mayor jugador del segmento.
La expansión de esta área de negocio continuó en 2024, con la adquisición de Accrol Group Holdings plc, uno de los principales fabricantes de tissue en el Reino Unido, que fortalece la posición de Navigator en Europa Occidental.
En otra línea de su crecimiento, The Navigator Company lanzó, a finales de 2021, una nueva línea de productos de packaging, bajo la marca gKraft, con el objetivo de contribuir a acelerar la transición del uso del plástico al uso de fibras naturales, sostenibles, reciclables y biodegradables, asumiendo así, una vez más, su compromiso con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente.
En el mismo sentido, se prepara para inaugurar, ya en el segundo semestre de 2024, la primera línea de producción integrada de piezas de celulosa moldeada de eucalipto, que será lanzada bajo la marca gKraft Bioshield. Con una capacidad de producción de alrededor de 100 millones de unidades por año, esta fábrica será la mayor del sur de Europa y una de las mayores unidades integradas de todo el continente europeo.
La Empresa es la tercera mayor exportadora en Portugal y la mayor generadora de Valor Agregado Nacional, representando aproximadamente el 1% del PIB nacional, alrededor del 2,5% de las exportaciones nacionales de bienes, y más de 30 mil empleos directos, indirectos e inducidos. En 2023, The Navigator Company tuvo un volumen de negocios de €1.953 mil millones. Más del 92% de sus productos se venden fuera de Portugal y tienen como destino 134 países.
Navigator fue la primera empresa portuguesa, y una de las primeras a nivel mundial, en definir el ambicioso compromiso de descarbonización de sus complejos industriales hasta 2035, adelantando en 15 años las metas nacionales y europeas. La inversión asignada al Roteiro de Descarbonización asciende a 340 M€, con aplicación entre 2019 y 2028, estando ya ejecutados o en fase de ejecución el 89% de ese valor.
En 2023, fruto de las inversiones realizadas, Navigator decidió adelantar en tres años sus metas intermedias de emisiones, por lo que alcanzará, ya en 2026, los objetivos inicialmente previstos para 2029. En 2026, las emisiones directas de CO2 fósil serán aproximadamente un 60% inferiores a las de 2018, el año de referencia. En 2023, esa reducción ya era del 41%.
Este compromiso es el culminar de una estrategia de gestión responsable del negocio que, en 2023, fue distinguida con la calificación “A-” en el CDP Climate Change y en el CDP Forest, reconociendo, respectivamente, el liderazgo de la Empresa en la lucha contra el cambio climático y en la gestión forestal.
A finales de 2022, The Navigator Company recibió la aprobación de sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por parte de la iniciativa Science Based Targets (SBTi), afirmando su liderazgo en sostenibilidad y su ambición en la búsqueda de soluciones para el desafío climático, en línea con la ciencia.
El compromiso e inversión continuos en la mejora del desempeño ESG también se reflejan en la evaluación externa positiva por entidades independientes. En 2023, la Empresa fue nuevamente clasificada como empresa de bajo riesgo para inversores y reconocida como una "ESG Industry Top Rated company" en la clasificación ESG Risk Rating de Sustainalytics para 2022.
También fue reconocida con la calificación "A" por MSCI ESG Ratings, que evalúa la resiliencia de una empresa a los riesgos ESG a largo plazo.
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Responsabilidad ampliada del productor
Éxito y valoración positiva de los asistentes al Webinar sobre la responsabilidad ampliada del productor en la gestión de envases industriales.
Neobis y CONFECOI celebraron ayer una jornada online sobre las novedades recogidas en el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases.
Sergio Ródenas, colaborador de neobis en Medio Ambiente, repasó el contexto legal y los cambios de la nueva normativa. La actual modificación de dicha normativa de residuos supone un cambio de paradigma en la gestión de envases industriales al cambiar las responsabilidades de las empresas significativamente.
Se pasa de un modelo meramente informativo, mediante una declaración anual, a la gestión activa del envase industrial a través de su gestión integral.
Todo ello conlleva adicionalmente costes económicos y mayor complejidad.
A continuación, Laura Sanz, secretaria general de CONFECOI explica las nuevas obligaciones legales derivadas de la Ley de Residuos 7/2022 (BOE del 9 de abril de 2022) y del Real Decreto de Envases 1055/2022 (BOE del 28 de diciembre de 2022), como la responsabilidad RAP para los envases industriales y comerciales, la inscripción en el Registro, el reporte de datos de envases puestos en el mercado español, el marcado de los envases, la pertenencia a un SIRAP/SCRAP, la obligación de SDDR para los envases reutilizables, etc.
Finalmente, Laura Sanz presenta los servicios que ofrece CONFECOI a las empresas ya que responde a las expectativas de éstas en el cumplimiento de la Ley.
El Proyecto de SCRAP de CONFECOI en España articula la respuesta empresarial, conforme al marco jurídico de relaciones entre las empresas.
El aceite de palma y su problemática ambiental y social
Desde aproximadamente 2017 en España hemos vivido varias campañas en contra de este aceite vegetal obtenido principalmente de tres variedades de palma: Dura, pisifera y tenera.
Sin entrar en los problemas de salud que conlleva el consumo de grasas saturadas, a la palma le ha pasado, salvando las distancias, como al papel, esto es, que una parte de los consumidores la ha denostado en base a informaciones en redes sociales, grupos de whatsapp o a campañas publicitarias que solo mostraban lo malo asociado a su consumo.
No obstante, a día de hoy sigue siendo una materia prima utilizada por muchas y diversas industrias, no solo la alimentaria, en donde su uso alarga la vida de los productos y les aporta estabilidad y resulta fácil de almacenar al ser una materia semisólida. A nivel general este aceite aporta otras ventajas a nivel productivo y socio-económico que hacen difícil su reemplazo a nivel global:
La palma, sobre todo en su variedad Tenera es muy productiva, comparada con otros tipos de plantas que producen aceite vegetal (como aceite de girasol, soja u oliva). Implicaría usar una cantidad mucho mayor de tierra, ya que las palmeras producen de 4 a 10 veces más aceite que otros cultivos por unidad de cultivo. Esto es un problema crítico, el uso de espacio natural, que también afecta a otros productos, como los biocombustibles.
El aceite de palma juega un papel importante en la reducción de la pobreza en determinadas zonas. En Indonesia y Malasia, un total de 4,5 millones de personas se ganan la vida con la producción de aceite de palma. Muchas de esas personas han dejado atrás la precariedad por la demanda de este aceite y han conseguido acceder a una vida mejor gestionando plantaciones como pequeños propietarios, si bien sus tierras de cultivo son pequeñas en comparación con las plantaciones industriales, los pequeños agricultores representan aproximadamente el 40% de la producción mundial total de aceite de palma. Se estima que al menos 3 millones de personas se ganan la vida mediante pequeñas explotaciones de palma.
En la actualidad se ha comenzado a hablar más de las implicaciones medioambientales de la palma, y es cierto que, en varias regiones (Sudeste asiático, principalmente) el cultivo de palma aceitera ha provocado, y sigue provocando, deforestación y amenazando especies en extinción. En algunos casos las plantaciones de aceite de palma se han establecido sin consultar a las comunidades locales sobre el uso de sus tierras y algunas empresas vinculadas a este producto incluso han sido responsables de desplazar por la fuerza de su entorno a personas o comunidades. También se conocen violaciones de los derechos de los trabajadores o incluso hay muertes que parecen estar vinculadas a este cultivo en Centroamérica.
Sin embargo, también es necesario hablar de las acciones que se toman para minimizar este impacto, o de aquellas organizaciones que luchan contra ello, como la “Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible” o RSPO. Esta organización es el equivalente a las certificaciones forestales tan conocidas en Europa (Ampliamente extendidas en el sector gráfico, como FSC® o PEFC) y sus principales objetivos son:
Evitar que bosques primarios o áreas que contengan concentraciones significativas de biodiversidad, ecosistemas frágiles, o áreas que sean fundamentales para satisfacer las necesidades culturales básicas o tradicionales de las comunidades locales (áreas de alto valor de conservación), puedan ser sustituidas por plantaciones de palma.
Reducir el uso de pesticidas e incendios en las plantaciones.
Fomentar el trato justo de los trabajadores de acuerdo con las normas de derechos laborales locales e internacionales.
Someter a un proceso de información y consulta a las comunidades locales antes del desarrollo de nuevas plantaciones en sus tierras.
Para conseguir estos objetivos esta organización desarrolla planes estratégicos para minimizar el impacto ambiental de la palma a diferentes niveles y fomentar el consumo de aceite y derivados procedentes de plantaciones, industrias manufactureras y de procesado, que están certificadas contra una serie de normas y estándares que cubren el proceso desde la plantación hasta la venta del producto al consumidor final.
Sergio Ródenas, Consultoría Medioambiental neobis
¿Y qué hacemos con el plástico?
Seis millones de kilómetros cuadrados. Esa es aproximadamente la medida de la isla de plástico del Océano Pacífico, que de acuerdo a un informe de Nature® acumula ya 1,8 billones de piezas de plástico.
Y no es la única que existe, tanto en el mar Mediterráneo como en otros mares europeos se acumulan ya más de 70.000 toneladas de microplásticos.
¿Y qué armas presenta Europa para combatir este problema? Actualmente contamos con la Estrategia Europea del Plástico, cuyo principal objetivo es que “En 2030, todos los plásticos sean reutilizables o reciclables”.
Esta estrategia contempla 4 líneas de acción tanto a nivel gubernamental como del sector privado:
- Mejorar los aspectos económicos y de calidad del reciclado de plásticos
- Frenar la generación de residuos plásticos y su abandono en el medio ambiente
- Orientar las inversiones y la innovación hacia soluciones circulares
- Aprovechar la acción global
A su vez esas líneas de acción contienen planes para el desarrollo de estándares de calidad para los plásticos clasificados y para plásticos reciclados, para favorecer el plástico reutilizable y reciclable en la compra pública, realizar mejoras en el seguimiento y mapeo de la basura marina, evaluar el establecimiento de sistemas de devolución-retorno (SDDR) para envases de bebidas y mejorar el uso de la compra pública verde para fomentar la prevención y el reciclado. También se incluyen acciones fuera del territorio de la UE como el desarrollo de proyectos en regiones críticas (Este y Sur de Asia) para mejorar los modelos de producción y consumo, y la correcta gestión de residuos.
¿Qué requisitos legales se han desarrollado en este sentido?
El principal instrumento legal desarrollado para esto es la “Directiva (UE) 2019/904, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a la reducción de determinados productos de plástico.
Nace con la finalidad de prevenir y reducir los residuos plásticos en el mar procedentes de plástico de un solo uso y de artes de pesca que contienen plástico, completando así otras medidas ya en activo, como las dirigidas a reducir el consumo de bolsas de plástico.
Es una Directiva, por lo que se debe transponer a nivel estatal en cada país miembro de la UE. En España su transposición se hará en un título específico de la nueva Ley de Residuos.
Bajo su ámbito de aplicación quedan los productos de plástico (total o parcial) de un solo uso, los artículos de otros materiales con película de plástico, los productos de plástico oxodegradables y los equipos de pesca.
¿Se van imponer restricciones de uso a productos de plástico?
Sí, a partir del 3 de julio del 2021, se prohíbe la venta de productos hechos de plástico oxodegradable, de bastoncillos de los oídos, de cubiertos, platos y pajitas, y agitadores bebidas entre otros.
Además, se exigirá marcado informativo, al estilo del tabaco, sobre los siguientes productos:
- Compresas, tampones higiénicos y aplicadores de tampones.
- Toallitas húmedas, es decir, toallitas prehumedecidas para higiene personal y para usos domésticos.
- Productos del tabaco con filtros y filtros comercializados para utilizarse en combinación con productos del tabaco.
- Vasos para bebidas.
Otro punto destacable de la directiva es que establece limitaciones en el diseño de algunos productos, por ejemplo, desde 2025 botellas de polietileno (PET) deberán contener al menos el 25 % de plástico reciclado y desde 2030 todas las botellas deberán contener al menos el 30%.
¿Será esto suficiente? Solo el tiempo lo dirá.
Sergio Ródenas
¿Qué vehículo contamina más?
Esta es una pregunta cada vez más común en el usuario del vehículo privado y también a la hora de adquirir un vehículo para visitas a cliente, reparto, etc.
A priori, todo el mundo da por sentado que un coche eléctrico es menos contaminante que un coche con el motor a combustión, ya sea alimentado por diésel, gasolina o por gas (GLP/GNC). Es lógico, los coches con motor de combustión tienen un tubo de escape por el que sale humo y los coches eléctricos no.
Pero, por otro lado, aparecen voces discordantes que alegan que las baterías de los vehículos eléctricos son peores para el medioambiente que el humo que sale de los de combustión. Al final el usuario medio tiene serias dificultades para saber qué es mejor o peor, y si hace uso de los foros de Internet, o los blogs, o vídeos en plataformas de contenidos, a veces acaba más liado que cuando empezó.
Con objeto de arrojar algo de luz al respecto podemos usar el análisis de ciclo de vida que la EEA (Agencia del medioambiente europea) ha preparado con la intención de comparar los tipos de vehículos existentes actualmente. Un análisis de ciclo de vida (ACV) es una herramienta de diseño que recopila, analiza y evalúa los impactos ambientales de un producto o servicio durante todas las etapas de su existencia, desde la obtención de la materia prima, la fabricación y el uso, hasta la fase de gestión de residuos.
A nivel de emisiones de efecto invernadero (contabilizadas como CO2 equivalente*) producidas durante su uso, dado el Mix de producción energética** en Europa y asumiendo que las emisiones de un coche eléctrico se producen durante la recarga y las de un coche de combustión durante su utilización, los coches puramente eléctricos emitirían entre un 47% y un 58% menos que un vehículo de combustión (tomando como ejemplo un coche de tamaño medio fabricado en 2015). Este resultado, evidentemente, no se obtendrá en países donde las energías renovables brillen por su ausencia y la electricidad se obtenga principalmente de quemar carbón. En este punto está claro, en Europa al menos, que durante su uso un coche eléctrico emite menos.
¿Qué pasa entonces con las baterías? Para la producción de baterías es necesario el uso de tierras raras y otros componentes, que no son de origen sintético, y por lo tanto deben extraerse de la naturaleza, al menos hasta que el proceso de gestión tras la vida útil de las propias baterías permita la reutilización de componentes de origen reciclado en un volumen suficiente para reducir esa necesidad de extracción. Teniendo en cuenta esto, y las fases de fabricación, el informe concluye que, de todas las emisiones asociadas a la producción de un coche eléctrico, entre el 33 y el 44% están vinculadas a la fabricación de las baterías. En países donde un alto porcentaje de la energía proviene de fuentes de bajo carbono (renovables), de todas las emisiones asociadas al ciclo de vida de un coche eléctrico (fabricación, uso y gestión tras su vida útil), el 75% de las emisiones generadas provendrían de la fabricación de la batería, ya que actualmente, casi todas las baterías se producen en países con fuentes energéticas de alto carbono (carbón). En la actualidad, fabricar un coche eléctrico, supone entre 1.3 y 2 veces más emisiones que fabricar un vehículo convencional.
El informe también tiene en cuenta los impactos en la toxicidad humana, por ejemplo, la fase de extracción de minerales como el cobre o el níquel, donde se decanta la balanza hacia los coches de combustión, o las emisiones asociadas a las partículas que emiten las pastillas al frenar, donde los coches eléctricos vuelven a tener algo de ventaja al poder usar sus motores eléctricos y sistemas regenerativos de frenado, haciendo que haya que abusar menos del freno convencional.
Así que la respuesta a la pregunta del articulo sería “depende”… Depende de en qué fase, depende del país, depende de la producción y depende de si hablamos de contaminación local o del impacto ambiental global.
*CO2 equivalente: Es una medida en toneladas de la huella de carbono, que recordamos que es el nombre dado a la totalidad de la emisión de Gases de Efecto Invernadero.
**Mix energético: la combinación de las diferentes fuentes de energía que cubren el suministro eléctrico de un país
Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis
¿El fin del motor de combustión?
Si hace 5 años nos hubieran dicho que las marcas de coches iban a utilizar como reclamo, en vez de cosas como “siente la libertad” o “diseño francés con alma alemana”, lemas como “Con etiqueta ECO” y “Con acceso libre a la ciudad” habría sido difícil creérselo. Ya que las iniciativas para una movilidad alternativa al motor de combustión en España, eran cuanto menos escasas, sobre todo si lo comparamos con otros países donde por aquel entonces ver un coche enchufado en plena calle ya no generaba sorpresa a los transeúntes
Pero aquí estamos, en 2019, en España hablando del fin del diésel y de la gasolina en los telediarios mientras que Japón, desde 1999 país enemigo del diésel por antonomasia, ahora los promueve como vehículos de bajo consumo, y por tanto, bajas emisiones de CO2.
Mucho se ha vertido sobre los coches “convencionales” en los últimos meses, y con el reciente anuncio de prohibición del coche de combustión en 2050, no se ha hecho más que avivar el fuego y provocar dudas en los conductores.
¿Estamos realmente ante el fin del coche de combustión? ¿No hay salida posible para esta tecnología más allá de desaparecer lo antes posible? ¿No hay una manera de realizar una transición gradual a la movilidad alternativa? Depende, principalmente de nuestros legisladores y de la inversión de los fabricantes en sistemas de contención de emisiones.
Una de estas opciones ya está operativa fuera de la UE desde hace más de una década y otras son proyectos que podrían poner al coche de combustión por delante incluso del coche eléctrico como arma contra el cambio climático, aunque evidentemente, será muy difícil que un coche de combustión pueda competir con uno puramente eléctrico a la hora de comparar emisiones a nivel local.
Por un lado tenemos a los PZEVs, una solución de transición aplicada en California desde hace tiempo. Son vehículos de gasolina cuyo acrónimo significa 'Partial Zero Emissions Vehicle', esto es, vehículos parcialmente cero emisiones. Este parcialmente cero emisiones se traduce en que un modelo PZEV emitiría un 90% menos de emisiones que su contrapartida convencional y en que deben mantener funcionales los sistemas que le permiten hacerlo durante al menos 15 años. Básicamente estaríamos hablando de vehículos que desde 2004 ya estarían por debajo de los limites de la norma más reciente de homologación europea, la Euro 6 de 2015. Además, pese a ser gasolina, deben equipar filtros de partículas (como ya es obligatorio en los diésel desde hace tiempo) y requieren una mayor estanqueidad del sistema de almacenamiento y suministro de combustible para evitar fugas de gases procedentes del motor o deposito al dejarlos estacionados.
Por el lado de los diésel, muchos conocerán ya el sistema SCR que funciona con un líquido llamado AdBlue®, que tiene sus propios surtidores en algunas gasolineras. Para el que le resulte desconocido, es un sistema utilizado por ciertas marcas para neutralizar las emisiones de NOx basado en la urea, un derivado del amoniaco y reducir la contribución de esos vehículos al smog fotoquímico, la boina naranja de la que hemos hablado en otros artículos y que ha situado al diésel en el ojo del huracán. El problema de este sistema radica en que cuando los gases no tienen suficiente temperatura, no funciona bien y es mucho más efectivo en carretera que por ejemplo en trayectos cortos urbanos en los que el coche no ha cogido temperatura. Para superar este problema, la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, ha desarrollado una que sería capaz de separar el nitrógeno y el oxígeno también mediante el uso de amoniaco, solo que este sistema sí funcionaria cuando el AdBlue no puede. Por otro lado, la multinacional Bosch asegura disponer de una tecnología que también funcionaría en cualquier régimen de uso, y ésta se basaría en nuevos inyectores y un sistema optimizado de la entrada de aire al motor que permitiría operar en uso real a un diésel emitiendo por debajo de 40mg de NOx, cuando el futuro límite para el año 2020 es 120mg.
Y al nivel de los combustibles, una empresa canadiense ha desarrollado una tecnología de captación y posterior regeneración de CO2 procedente de aire atmosférico que se usaría para la síntesis de hidrocarburos mediante una reacción termo-catalítica, en resumidas cuentas, hacer gasolina del aire. El resultado ambiental de este combustible sería, simplificándolo mucho, a usar una caldera de biomasa.
Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis
Perspectiva de ciclo de vida en ISO 14001:2015
El periodo de transición a la nueva norma ISO 14001:2015 ha llegado a su fin, y con él también ha finalizado el periodo de gracia para adaptarse a esta nueva versión.
Si preguntásemos a los responsables de medioambiente de las empresas cuál ha sido la parte más complicada al adaptar la nueva norma, probablemente dirían que el análisis del contexto, la determinación de partes interesadas y la detección de riesgos y oportunidades, el caballo de batalla de todas las nuevas normas ISO.
Sin embargo, hay otra cláusula que pasa algo más desapercibida y que también implica un gran trabajo por parte de la empresa. La perspectiva de ciclo de vida a la hora de determinar los aspectos ambientales.
¿Qué es un ciclo de vida? El análisis de ciclo de vida es una metodología empleada en el estudio de la vida de un producto y de su proceso de producción con el fin de evaluar el impacto potencial sobre el ambiente de un producto, proceso o actividad a lo largo de todo su ciclo de vida mediante la cuantificación del uso de recursos ("entradas" como energía, materias primas, agua) y emisiones ambientales ("salidas" al aire, agua y suelo) asociados con el sistema que se está evaluando.
Pero… ¿Significa esto que hay que hacer un análisis de ciclo de vida para certificarse en ISO 14001:2015? No, no hay que alarmarse, pero sí que debemos ampliar el espectro a la hora de determinar nuestros aspectos ambientales si no queremos llevarnos una sorpresa cuando llegue la auditoria.
Hasta esta versión de la norma, lo normal era que los aspectos ambientales determinados por las empresas se limitasen a las actividades que de forma directa podían influir en el medioambiente como los consumos de materias primas, las emisiones directas a la atmósfera (chimeneas y tubos de escape), la generación de residuos peligrosos, etc.
Desde ahora, para identificar los aspectos ambientales se deben tener en cuenta las actividades, productos y servicios asociados a las distintas etapas del ciclo de vida pero, solo sobre aquellas etapas en las que se puede actuar. Por ejemplo, si el diseño de un estuche no es responsabilidad de la empresa y viene impuesto por el cliente, poco se podrá hacer para reducir el impacto ambiental en esta fase y, por lo tanto, no será necesario identificar aspectos en esta etapa. Sin embargo, si la misma empresa sí puede influir o actuar de alguna forma sobre la manera que tienen sus trabajadores para desplazarse hasta la empresa, sí deberá determinar aspectos en esta etapa, como las emisiones atmosféricas provocadas por los vehículos o la huella de carbono asociada a ese desplazamiento. Otros puntos sobre los que quizás se podría actuar o influir son las emisiones indirectas generadas por los proveedores al desplazarse hasta su empresa para entregar las materias primas, las operaciones de tratamiento aplicadas por sus gestores de residuos, etc.
No obstante, es la propia empresa la que tiene que decidir hasta que punto puede actuar o influir y, en función de esa capacidad, determinar sus aspectos ambientales. Para afrontar este requisito con garantías la empresa debería contemplar al menos las etapas mas importantes del ciclo de vida de su producto, entre las que se encontrarían: diseño del producto, suministro de materias primas y recambios, fabricación, procesos subcontratados, transporte y gestión de los residuos, distribución y venta del producto, uso del producto, gestión del producto al final de su vida útil y transporte del personal.
Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis
Una lona que ayuda a cuidar el medio ambiente
Hyundai trabaja constantemente para que sus automóviles sean más respetuosos con el medio ambiente, prueba de ello es que la familia de la gama eco de Hyundai sigue creciendo cada vez más. Tras el éxito del aclamado Hyundai ix35 de pila de combustible, pionero en España en 2015, le sucedió la Gama IONIQ con sus tres versiones: eléctrico, híbrido y enchufable.
Ahora es el KONA, uno de los modelos triunfadores de la marca, el que no ha querido quedarse atrás, por lo que acaba de presentarse su versión eléctrica con una autonomía de hasta 482 km. De hecho, ha sido la primera marca en matricular un vehículo con pila de combustible de hidrógeno en España, con el NEXO.
En la activación de la campaña de la gama IONIQ, se ha seguido la misma línea por lo que la lona publicitaria que se va a utilizar tendrá una peculiaridad: “ayuda a cuidar del medio ambiente”.
Se ha utilizado el claim: “El coche para cuando no dejen ir en coche”, ya que el Híbrido cuenta con el distintivo ECO de la DGT y las versiones eléctrica y el hibrido-enchufable con el de CERO EMISIONES.
Gracias al material con el que está hecha, se reduce la contaminación y se lucha contra el efecto invernadero, gracias a un proceso llamado fotocatálisis. Este proceso consiste en impregnar la lona con dióxido de titanio, mineral que realiza un proceso muy similar al de la fotosíntesis.
Mediante este proceso se convierten los óxidos de nitrógeno (uno de los gases más contaminantes y dañinos para el medio ambiente) en nitratos, con lo que se consigue una mejora de la calidad del aire muy sustancial. La realización de esta acción en la lona ejerce un efecto similar sobre el medio ambiente al que producen 500 árboles.
Esta lona está situada en la glorieta de Alonso Martinez. Es un punto estratégico, ya que es donde empieza la almendra roja de Madrid que se activará en noviembre.
Las empresas neobis luchan contra la tala ilegal
La tala ilegal es un problema generalizado que suscita gran inquietud a nivel internacional. Supone una grave amenaza para los montes porque contribuye al proceso de deforestación y de degradación de los bosques. Responsable de aproximadamente el 20 % de las emisiones mundiales de CO2 es un riesgo para la biodiversidad y debilita la gestión y el desarrollo sostenibles de los montes, incluida la viabilidad comercial de los agentes que desarrollan su actividad con arreglo a la legislación aplicable. También contribuye a la desertificación y a la erosión del suelo, y puede acentuar los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones.
Desde 2013, para luchar contra este problema de tala ilegal, Europa dispone del REGLAMENTO (UE) No 995/2010 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 20 de octubre de 2010, más conocido como el Reglamento de la Madera de la Unión Europea (EUTR), que prohíbe la comercialización en el mercado europeo de madera aprovechada ilegalmente, con la finalidad de hacer frente al problema de tala ilegal que hay a nivel internacional.
¿Qué exige el Reglamento de la Madera de la Unión Europea contra la tala ilegal?
Basándose en un enfoque sistemático, los agentes (empresas o personas físicas) que comercializan por primera vez en el mercado interior europeo madera y productos de la madera (papel incluido) deben tomar las medidas necesarias para cerciorarse de que no se comercialicen en el mercado interior madera aprovechada ilegalmente provenientes de tala ilegal y productos derivados de esa madera.
Para ello es necesario disponer de un sistema de diligencia debida. Un de sistema de control que debe incluir tres elementos inherentes a la gestión de riesgo: acceso a la información, evaluación del riesgo y reducción del riesgo detectado.
¿Cómo afecta a las empresas gráficas este Reglamento?
Si importamos papel, somos considerados agentes, deberemos desarrollar un sistema de diligencia debida, y además, anualmente, antes del 31 de marzo presentar una declaración responsable de acuerdo al Real decreto 1088/2015, ya que este establece la obligación a todos los Agentes EUTR de cumplimentar y comunicar en tiempo y forma a la autoridad competente de la comunidad autónoma donde tenga su sede social, la información contenida en el anexo I de dicha norma.
Si no importamos y compramos únicamente a distribuidores europeos la norma nos cataloga como “Comerciantes” y nuestras obligaciones se limitaran a mantener información sobre nuestra cadena de suministro de papel, debiendo identificar a los agentes que han intervenido, esto es, identificar a nuestros proveedores de papel.
Si estamos certificados en FSC o PEFC, ya dispondremos de un DDS y prácticamente cumpliremos con el reglamento, a falta de presentar la declaración responsable si es que importamos papel de fuera del territorio de la UE.
Se baraja que en un futuro cercano el reglamento EUTR extienda su alcance también a los productos impresos terminados, no solo al papel y la madera, por lo que operaciones como la importación de libros desde el exterior de la UE estarían sometidas a los mismos controles que la importación de papel o cartón.
Autor: Sergio Ródenas, colaborador Consultoría Medioambiente neobis