Entrevista a Carlos Fernández y a Daniel Fernández, propietario y CEO de LUCAM

El libro como objeto nos necesita para mantener su estatus de belleza y cultura

En la entrevista de neobispress 173 a los responsables de la empresa LUCAM, hemos podido conocer el alma de una empresa que apostó en el momento adecuado por la preimpresión digital y cuyo objetivo es alcanzar el máximo de calidad en sus publicaciones.

Aunque Lucam es una empresa conocida por gran parte del sector de la Comunicación Gráfica, Carlos, cuéntanos ¿Cuál fue el origen de Lucam?

Nuestra empresa surge a principios de los años ochenta por la inquietud de tres profesionales gráficos que pensábamos que las publicaciones que se hacían entonces no alcanzaban la calidad de las que se hacían en Europa y por supuesto en EE.UU.

Observábamos que había un espacio en el mundo de la edición de libros de prestigio, que las empresas de fotomecánica y fotocomposición de entonces no cubrían y creímos que esa era nuestra oportunidad.

Montamos un pequeño gabinete de servicios gráficos en nuestro tiempo libre, que en menos de un año exigió nuestra plena dedicación y la contratación de los primeros profesionales que nos acompañaron durante años.

¿Cómo ha evolucionado la empresa? ¿Recuerdas algún momento decisivo reseñable en su historia?

Lo cierto es que ha sido un tiempo apasionante y duro. Lucam nació justo cuando los primeros equipos de autoedición llegaban para competir con los carísimos sistemas de tratamiento de texto y de imagen que dominaban los sectores de fotocomposición y fotomecánica.

A los responsables, técnicos y económicos de aquellas modernas empresas, siempre en punta tecnológica, se nos hacía impensable que la fotocomposición y la fotomecánica llegasen a sufrir, por la llegada de la autoedición, la crisis que en muy poco tiempo se llevó por delante a la mayoría de las empresas con inversiones y plantillas desproporcionadas para el cambio provocado y la fuerte caída en los precios de venta de nuestros productos.

Nosotros tuvimos la suerte de llegar justo en el momento en el que había que optar por uno de los caminos y no nos equivocamos. Valoramos los cambios que ya anunciaba la llegada del mundo digital y cómo este afectaría a las comunicaciones y no lo dudamos, apostamos claramente por hacer una rápida transición desde las artes gráficas analógicas a la preimpresión digital.

 ¿Qué características os diferencian en el sector de la preimpresión? ¿Qué valor añadido aporta Lucam?

La característica principal me atrevo a decir que es la fiabilidad. Las pruebas de color, que el cliente valida para la imprenta, en Lucam nunca han producido resultados inesperados.

Y como valor añadido, sin duda la calidad que aseguramos a cualquier encargo de fotomecánica que se nos confía para ser impreso.

Sin un trabajo de fotomecánica profesional, es imposible hacer un trabajo de impresión de buena calidad.

Con sinceridad creo que durante estos años hemos conseguido que nuestro trabajo mantenga un estándar de calidad alto, siempre a la altura de la exigencia de nuestros clientes y cumpliendo la premisa que nos habíamos marcado en nuestros inicios de alcanzar los máximos de calidad de las publicaciones. Nunca hemos ahorrado esfuerzos técnicos ni tecnológicos para dar más de lo que el cliente esperaba en su encargo.

Teniendo en cuenta los problemas que afectan al sector, ¿Cuáles son las claves para que la empresa siga siendo un proyecto viable y competitivo?

Puede que esté contestada en la respuesta anterior. Creer en el libro como un elemento elemental, vital y digno de mantener para las generaciones futuras.

No quiero imaginar un futuro que hurte a nuestros niños y niñas, a los jóvenes en general, la pasión por la lectura y la relación con los libros. Abrir un libro es siempre una aventura singular e inigualable que no se debe perder.

Hacer buenos libros y además hacerlos bellos es un noble empeño.

¿Cómo describirías el futuro empresarial más cercano? ¿Es prometedor?

Personalmente creo que el mundo de la empresa es consustancial al hombre y que nace en el mismo momento en que un ser humano tiene una idea para progresar.

Desde entonces no se ha parado jamás. Tantas se hundieron y otras tantas nacieron nuevas.

Por tanto, si esto es así, el futuro empresarial es tan prometedor como lo sea la existencia de los hombres y mujeres que cada día se levantan con la idea de progresar.

Como empresario, ¿Qué opinión tienes sobre la economía colaborativa?

Necesaria. Es más, siempre ha sido fundamental. Creo que los grandes descubrimientos y trabajos individuales se quedaron en la rueda, el fuego y algunas vacunas y seguro que precisaron de colaboraciones próximas.

Vivimos una época en la que estamos exigiendo muchos recursos a nuestro planeta y el tiempo va en nuestra contra. La sociedad está volviendo la mirada a formas de producir más económicas y que comprometan menos el medio ambiente. La economía colaborativa maneja conceptos ancestrales de los hombres a los que dota de las herramientas de nuestra época. Casi nada es nuevo. Todo se ha hecho ya a lo largo de estos siglos, pero con otros medios y un léxico menos… tecnológico.

En consumo, el trueque posiblemente sería un buen ejemplo.

En medio ambiente, el envase circular que durante siglos hemos venido usando.

En conocimiento, hay infinidad de ejemplos. Las antiguas academias, el silbo gomero o el filandón berciano.

En producción, las cooperativas, agrícolas, industriales, de construcción, etc., son una constante en la historia de la humanidad.

Y así todos y cada uno de los conceptos que se tienen en cuenta en la economía colaborativa. Cuando vamos juntos somos mejores y contaminamos menos.

Nos gustaría también conocer la concienciación ecológica de la empresa con la sostenibilidad y la relación con el medio ambiente.

Siempre hemos tenido conciencia ecológica y sabemos que somos depositarios de un bien que debemos conservar de la mejor forma posible para las generaciones futuras.

Nos sentimos beligerantes en la defensa del planeta y vemos en el papel un elemento ecológico reciclable que puede ayudar a la menor contaminación y a la sostenibilidad de nuestro planeta. Esto en contra del plástico por su nivel de contaminación y de elementos informáticos, mucho más costosos, contaminantes y que hacen un uso irracional de agua y materias primas en la fabricación de los componentes electrónicos.

Como anécdota del siglo pasado, puedo comentar que cuando en nuestra fotomecánica uno de los servicios que ofrecía a las imprentas eran los montajes para el pasado de planchas, había imprentas que nos exigían que fijáramos los fotolitos con sprays adhesivos, que contenían CO2, mucho más productivos y que además evitaban los efectos de “flow” en las tramas. Jamás los utilizamos por su efecto contaminante de la capa de ozono y del entorno inmediato. Resolvimos las diferencias con profesionalidad. Perdimos algunos pedidos, que nunca pusieron en riesgo la continuidad de la empresa, pero ganamos salud y sin contaminar.

Somos una de las dos primeras empresas gráficas en certificarse en EMAS, de la Comunidad de Madrid. Desde el 26 de agosto de 2004, en Lucam hacemos auditorías medioambientales de forma voluntaria que nos permiten llevar un control para minimizar el impacto de nuestra empresa.

¿Qué requisitos crees indispensables para formar un equipo de trabajo? ¿Qué destacarías de las personas que trabajan en Lucam?

 Lucam ha creído en la formación como base imprescindible a partir de la cual se debe hacer un buen equipo de trabajo.

Siempre hemos mantenido una estrecha relación con las Escuelas de Formación Profesional, a quienes les estamos especialmente agradecidos por el esfuerzo en la mejor preparación de los estudiantes, impagable labor que vienen realizado durante tantos años.

Nos han servido para hacer cursos de formación continua del personal de plantilla que necesitaba adaptarse a tecnologías emergentes y sobre todo para nutrirnos de jóvenes estudiantes que han conformado nuestra plantilla.

Hoy los jóvenes llegan muy bien preparados y aunque no pueden conocer las particularidades de la propia empresa, su nivel de adaptación es rapidísimo y en muy poco tiempo son capaces de ponerse al nivel productivo de sus compañeros.

Las personas que conforman nuestra plantilla, saben desde el primer momento que la importancia de la calidad del trabajo prima sobre cualquier otro condicionante. Disfrutan de un ambiente serio en el trabajo pero relajado y distendido de presión por parte de la empresa. Valoran que cuando un cliente nos confía una publicación, pone en nuestro poder un nivel de confianza al que no podemos defraudar.

 ¿Qué valor crees que aporta una asociación como Neobis a Lucam?

Siempre hemos pertenecido, es más, hemos creído en la Asociación, antes cuando era AGM y ahora que es Neobis. Asociarse es fácil, solo hay que inscribirse y satisfacer las cuotas, pero nosotros creemos en el asociacionismo activo y para ello procuramos participar en cuantas acciones nos son posibles.

No sé si algún empresario que lea esto habrá sentido “la soledad del empresario”, yo sí y es muy dura.

Neobis ostenta la representación del empresariado gráfico ante los órganos de la administración, sociales y empresariales. Eso que queda recogido en una sencilla frase supone un nivel de gestión enorme que habitualmente lleva a cabo una junta directiva compuesta por empresarios que ceden su tiempo y que se apoyan en un grupo de grandes profesionales que trabajan en beneficio de nuestro sector.

La asesoría, gestión y defensa laboral de nuestra asociación tiene un nivel de calidad que solo podemos valorar adecuadamente quienes la hemos disfrutado y sobre todo quienes la hemos podido comparar.

Explicar lo que Neobis puede hacer por el empresario es un ejercicio largo y prolijo. Tan solo puedo decir que en la Asociación tengo un socio/colaborador rentable con el que jamás me he sentido solo.

Daniel, ¿Qué te hizo continuar con la empresa de tu padre? ¿Cómo estáis realizando el relevo generacional?

Hace más de 13 años que trabajo en Lucam. Al principio, surgió de forma natural. Me pareció una buena oportunidad de conocer de cerca el entorno profesional que durante tantos años había observado como mero espectador. Durante este camino, no solo he aprendido, sino que me he contagiado de la pasión y la dedicación de cada profesional que forma parte de Lucam. Desde luego, mi padre ha tenido y tiene un papel crucial en mi deseo de continuar con este proyecto, es una inspiración y un referente.

Como imaginaréis, la transición generacional tiene sus aristas y en ocasiones, es complejo de gestionar. Sin embargo, como casi todo en la vida, la actitud es clave y en nuestro caso, a esto se le suma la ilusión y el firme compromiso por el éxito de nuestro proyecto común.

Carlos, ¿Qué consejo importante darías a Daniel?

No soy muy amigo de dar consejos. Creo más en el ejemplo. Espero haber sido un ejemplo que le ayude a seguir con nuestra empresa y que pueda desarrollar su propio proyecto.

 ¿Qué te relaja tras un día intenso de trabajo?, Carlos

A mí siempre me ha relajado llegar a casa al finalizar la jornada laboral y ver a mi familia con sus necesidades vitales cubiertas. Antiguamente, en que las jornadas eran mucho más largas en este sector, cuando llegaba a casa los chicos ya dormían y verlos dormir tranquilos y en paz, me producía un bienestar difícil de expresar.

¿Un lugar donde perderte? Una fecha importante

Entiendo la frase, pero yo no quiero perderme, más bien me busco constantemente. Camino siempre que puedo por el monte mientras escucho música o podcast de mi interés.

Con mi edad son muchas las fechas importantes e inolvidables y me resulta imposible señalar una. Cuando me he puesto a valorarlas noto que casi todas tienen que ver con mi familia por lo tanto creo que tienen un nivel de intimidad que seguro no será de interés para nadie más.

Como apasionados de los libros, ¿Qué lecturas nos recomendáis?

El Quijote

Sé que no es la primera vez que lo recomiendo, pero también sé que hay muchas personas a quienes les cuesta encontrarse con él y es una pena porque es una joya que todos deberíamos poder disfrutar.

Rebelión en la granja, de George Orwell

Una distopía en la que vemos infinidad de reflejos de nuestra sociedad y que por tanto puede llegar a ser posible.

A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales

Un libro de relatos de nuestra guerra civil desde un punto de vista equidistante – como se dice ahora – en donde el maravilloso prólogo es de los textos más reveladores sobre la estupidez y crueldad.