La capacidad de innovación, clave en el crecimiento de las empresas españolas
Con las sacudidas del mercado y en un entorno tan competitivo y cambiante como en el que se encuentran las empresas hoy en día, su capacidad de innovación es clave para su supervivencia y crecimiento. Por ello las compañías buscan cada vez más una atmósfera que inspire a los empleados a buscar nuevas ideas que ayuden al proyecto a crecer.
Los expertos coinciden en que la innovación hace a las empresas más competitivas y las ayuda a adaptarse más fácilmente a los cambios. Un estudio reciente de la Fundación Cotec señala que, si España dedicase recursos suficientes para optimizar la innovación de sus empresas, el PIB crecería un 1,8% anual adicional hasta 2025. De esta cifra, una cuarta parte estaría relacionada de una mayor eficiencia de la innovación.
Este término que habitualmente se relaciona erróneamente con las nuevas tecnologías y la inversión, tiene que ver más con un asunto cultural que hay que inculcar internamente en las empresas para que los empleados aporten sus ideas y ayuden a redefinir y optimizar los procesos. Algo que tiene especial relevancia en el caso de las pymes en España, que representan la mayor parte del tejido empresarial y no pueden rivalizar en recursos con las grandes corporaciones, pero que pueden competir en agilidad.
“Para sobrevivir y mantener el crecimiento y el éxito empresarial, no basta con seguir haciendo lo de siempre y la mejor forma de cambiar y tener nuevas ideas es implicando, preguntando y sobre todo escuchando a los empleados”, señala Fran Chuan, experto con más de una década de experiencia impulsando el desarrollo de las organizaciones a través de la cultura de la innovación, que da las claves de una serie de perfiles que pueden ser una fuente de innovación en las empresas. “Cuando analizas los orígenes de las empresas de más éxito, descubres que hay ciertos patrones. Muchas de ellas las fundaron al menos 2 personas. Emprendedores con perfiles muy complementarios. Uno de ellos suele ser más Pionero, con una gran capacidad de detectar oportunidades, asumir riesgos, imaginar el impacto y valor de dar una determinada solución y, que, además, suele ser una persona extrovertida y gran comunicador. El otro perfil, es el que llamamos Colono, diríamos que es un Pionero, pero sin esa capacidad de asumir riesgos tan elevada, que le gusta aterrizar las ideas de su compañero, probarlas y disfruta con el proceso de experimentación y ejecución. Esa combinación de Pionero y Colono, se ha dado a lo largo de la historia, con ejemplos como por ejemplo, y por citar uno Steve Jobs (Pionero) y Steve Wozniak (Colono). Esa dinámica de “visionario”- “aterrizador” genera una cultura del debate y el prueba-error-aprendizaje muy poderosos”.
Finalmente, es muy bueno tener escépticos alrededor. Pues con su escepticismo, ayudan al tándem anterior a ver riesgos que sólo un escéptico puede ver, a veces en exceso”. En todas las organizaciones hay personas con estos perfiles y una clave del éxito para que una organización sea más innovadora es detectarlos y estimularlos”, explica el experto.
Según la encuesta Millenial 2017 realizada por Deloitte, la innovación y la posibilidad de que los empleados sean parte en la toma de decisiones de su compañía es cada vez más importante, sobre todo en el caso de las nuevas generaciones que se van incorporando al ámbito empresarial. De hecho, la cultura Millennial, tiene que mucho que ver con la cultura de la innovación, ya que, según el citado informe, quieren trabajar en lugares donde se sientan útiles, pueden marcar la diferencia y se les dé la responsabilidad de hacer crecer un proyecto. “Para obtener resultados encaminados a innovar es importante que la empresa conozca antes qué puede esperar de sus trabajadores y estos necesitarán saber qué se espera de ellos”, concluye Chuan.