Gestión de personal

Desde el Departamento de Nóminas, una vez más, os ofrecemos información exclusiva que puede ser de vuestro interés y,  sobre todo, de utilidad.

En esta ocasión, analizamos medias salariales, niveles de contratación temporal y/o de discapacitados y antigüedad de la plantilla de una muestra del sector con más de 100 empresas y lo comparamos con la situación en que se encuentran cada una de las compañías del Servicio de Nóminas.

Gracias a estos estudios dispondréis de información privilegiada que os puede servir para iniciar o continuar con una mejora en las gestiones de vuestras empresas.

Los asociados que pertenecen al Servicio de Nóminas, recibirán sus informes en las próximas semanas, con la seguridad de que la información que tratamos en el estudio, escompletamente confidencial.

Si quieres darle valor añadido a la gestión de personal de tu empresa, contacta con nosotros y te ayudaremos a garantizar la sostenibilidad del futuro de tu compañía.

 


Despido objetivo

Transcurridos cinco meses del año 2015, y atendiendo también al último trimestre de 2014, podemos comenzar a decir que la destrucción de empleo en el sector se ha detenido, tras seis años de continua desaparición de puestos de trabajo. Todo lo acontecido en este tiempo ha motivado que los Juzgados y Tribunales hayan ido perfilando aun más la interpretación de la normativa laboral vigente al respecto y, en este sentido, hemos encontrado una sentencia del Tribunal Supremo, en unificación de doctrina,que consideramos oportuno destacar, ya que clarifica dos criterios que son válidos para seleccionar a los trabajadores afectados por un despido objetivo por causas económicas, como son las cifras de absentismo, por un lado, y la productividad ponderada, por otro. Sentencia del Tribunal Supremo, de fecha 14 de octubre de 2014.

Autor: Jose Antonio Pompa, Asesoría Jurídico- Laboral

En los casos de despido colectivo corresponde designar a los trabajadores a los que se le va a aplicar la medida extintiva, atendiéndose a los criterios de selección que se establecieron al principio del procedimiento.

Si nos encontramos ante despidos objetivos individuales también corresponde al empresario la elección, debiendo evitar extinciones que respondan a motivos discriminatorios, que vulneren derechos fundamentales o que supongan abuso de derecho.

¿Se superan los límites establecidos si la empresa decide seleccionar a los trabajadores despedidos sobre la base de datos de absentismo o de productividad? Pues la respuesta es que ambos criterios son admisibles, ya que no son de carácter arbitrario, no persiguen un fraude de ley, no suponen un abuso de derecho y no son discriminatorios; es más, el Tribunal Supremo confirma en especial el criterio relativo a la productividad.

Respecto del criterio de absentismo, para que sea válido, no han de computarse las faltas indicadas en el artículo 52.d) del Estatuto de los Trabajadores, que en concreto son: ausencias debidas a huelga legal, ejercicio de actividades de representación legal de los trabajadores, accidente de trabajo, maternidad, riesgo durante el embarazo y la lactancia, enfermedades causadas por el embarazo, parto o lactancia, paternidad, licencias y vacaciones, enfermedad o accidente no laboral cuando la baja haya sido acordada por los servicios sanitarios oficiales y tenga una duración de más de veinte días consecutivos, ni las motivadas por la situación la situación física o psicológica derivada de violencia de género; tampoco se computarán las ausencias que obedezcan a un tratamiento médico de cáncer o enfermedad grave.

En cuanto al criterio de productividad, esta ha de estar debidamente ordenada, atendiendo a las posibles mediaciones que se puedan producir y sacando siempre medias ponderadas. Nos encontramos ante otro supuesto en el que comprobamos las ventajas de medir y controlar la productividad de los trabajadores en la empresa, no sólo a efectos de poder vincular parte de la retribución a este parámetro (con los beneficios que puede suponer esta medida que ya hemos expuesto en otras ocasiones), sino a efectos de establecer criterios válidos de selección de trabajadores en los términos expuestos.

Por último, Indicar que todo ello es, sin perjuicio de la preferencia de permanencia en la empresa de los representantes legales de los trabajadores.


#DirectivoDigital

Hoy hemos asistido a la jornada organizada por la CEOE y la Asociación Española de la Economía Digital, "el directivo digital y las transformaciones de las empresas". 

Diferentes ponentes han reflexionado sobre cuál debería ser la trasformación digital de una empresa y sobre todo de cuál es la misión de los directivos frente a este reto.
Hay varias frases de las escuchadas esta mañana con las que nos quedaríamos como:
  • La magia no ocurre dentro de tu zona de confort
  • De media no estamos dispuestos a esperar más de una hora a que una empresa nos conteste a una pregunta que le hacemos en redes sociales
  • La experiencia es la palabra mágica y será la que haga que te recomienden
  • Convertir lo ordinario en extraordinario
  • El jefe de pedir perdón, la nueva cultura empresarial
  • La innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor
  • El liderazgo tiene que estar centrado en la motivación de todo el equipo
  • Fracasa pronto, fracasa rápido y aprende de la forma más económica
  • Tenemos que aprender a estar siempre en beta, ya nada es definitivo
  • La transformación digital es una estrategia, un proceso, no un objetivo
Pero además de con todas estas frases para la reflexión, nos quedamos con un concepto fundamental. Y es que la transformación digital no es cosa del departamento de marketing, es misión del CEO.
El director de una empresa es el primero que tiene que creer en esta transformación y liderarla motivando a todo su equipo. También es clave el responsable de recursos humanos ya que si está  convencido, se hará con el talento necesario para conseguirlo.
Los tiempos han cambiado y la figura del directivo también pero ¿cómo debería ser el nuevo CEO digital?
Elena Gómez Pozuelo, presidenta de Adigital nos presentaba los 10 hábitos de un #DirectivoDigital, ¿y tú? ¿los cumples todos?
  1. El primer hábito es preguntarse: Si creara ahora mi empresa ¿cómo lo haría?
  2. Una vez que has respondido, deberías reunir cada 6 meses a los responsables de todos los departamentos para compartir ¿qué nuevas tecnologías existen? ¿hacía dónde va el mercado? ¿hay algún software nuevo que me pueda comer?
  3. Fundamental dedicar 15 minutos al día para mirar hacia fuera, leer sobre la tecnología que viene y reunirme con emprendedores para no perder nunca el espíritu de startup
  4. Debo comportarme como mi cliente, ponerme en su lugar y situación. ¿qué le gusta hacer? ¿hace algo mi empresa que le ayude? ¿le hago la vida más fácil a través de su smartphone, del que no se desprende? Descargarme apps y ver lo que a la gente en masas les está gustando. Preguntar a los hijos adolescentes ¿qué les gusta y les motiva?
  5. Rodearse de las personas adecuadas, como comentábamos, después del CEO, la persona más importante para esta transformación digital es el responsable de RRHH. El será quién consiga fichar gente diferente
  6. Fomentar mi branding personal en twitter y linkedin. Debo dedicarle 30 minutos al día a ello y eliminar todos los miedos y barreras
  7. Crear redes sociales internas
  8. Invertir en formación digital en la empresa así todos estarán alineados en la transformación digital
  9. Liderar la estrategia digital como directivo
  10. Acostumbrarse a vivir con la incertidumbre. El cambio es continuo y cada vez más rápido y debemos adaptarnos a el sin que nos suponga un estrés diario

Trabajadores conflictivos

Como directivo, quizás en algún momento de tu carrera te tocará trabajar con personas conflictivas en tu equipo. Afrontar el conflicto a tiempo es una de las pautas a seguir para mejorar la situación

Autor: Infojobs

Afrontar el problema en lugar de ignorarlo

Lo mejor que puedes hacer como responsable del equipo es dirigirte al trabajador o trabajadores protagonistas del conflicto tan pronto como perciba el más mínimo problema. Ignorar el problema solo hará que la cosa vaya a peor y tu equipo dará una mala imagen tanto dentro de la compañía como de cara a los clientes.

Dirígete a la fuente del problema

En todas las empresas hay rumores y siempre hay quien los alimenta para darle más dramatismo al asunto. La única manera de frenar estos rumores y el malestar que pueden generar es hablar directamente con sus protagonistas. Si hay quejas sobre un trabajador, pregunta por los hechos y por las personas que se han visto afectadas por este trabajador. Solo si hablas con los testimonios que puedan relatar los hechos tal y como realmente han sucedido podrás pedir explicaciones al trabajador que ha generado el conflicto. Nunca deberías pedirle explicaciones si no estás seguro de la veracidad de los hechos.

Maneja el problema con profesionalidad

Recuerda que, como responsable, tus actos no van a pasar desapercibidos por tu equipo ni por el resto de compañeros de la compañía. Si tienes que discutir algún tema con un trabajador, hazlo en privado, escuchando todo lo que tenga que decir y dirigiéndote a él siempre con respeto. Una discusión acalorada donde se escuchen gritos y reproches, aunque estéis solos en una sala, solo dará una mala imagen de ti como responsable por no saber gestionar los conflictos con asertividad.

Nada es personal

Al hablar con un trabajador no deberías decirle cosas como "tú siempre haces tal cosa" o "te equivocas cuando dices que...". Frases como estas, en las que se cuestiona a la persona, solo harán empeorar las cosas y que el trabajador se sienta atacado. Como responsable del departamento puedes cuestionar hechos o resultados, cosas objetivas que no tienen nada que ver con la persona. Si expones tus argumentos correctamente, aunque el otro trabajador pueda no tener el mismo punto de vista que tú, jamás se sentirá cuestionado a nivel personal y su actitud será mucho más positiva.

Ponte en el lugar del trabajador y ayúdale a mejorar la situación

Antes de  llegar a una conclusión sobre el comportamiento del trabajador en cuestión, intenta ver las cosas desde su perspectiva. Cada uno cargamos con nuestra mochila de problemas y es posible que la situación personal de este trabajador se vea afectada por ellos. Habla con él para ver qué está afectando a tu trabajo o a su relación con los compañeros e intentad encontrar una solución que le pueda ayudar. Si crees que tiene potencial, a pesar de su conflictividad, apuesta por él y ayúdale a potenciar sus habilidades y a mejorar sus puntos débiles. No olvides reforzar con un feedback positivo los esfuerzos que esté haciendo el trabajador para mejorar su comportamiento.

El despido debe ser la última opción

Si todos tus esfuerzos por mejorar la situación fallan, quizás este no sea el lugar de trabajo ideal para este trabajador. Debes hacer todo lo posible para conseguir lo mejor de tu equipo, pero si el trabajador no muestra ningún cambio en su comportamiento ni tiene intención de hacerlo, después de las advertencias o sesiones de coaching que puede haber recibido, deberás hablar seriamente con él sobre su situación en la empresa. Si lo necesitas puedes consultar el tema con el departamento de RR.HH y pedir asesoramiento sobre el protocolo a seguir en estos casos.


El lenguaje en las relaciones laborales

Otro mensaje es posible a la hora de entender las relaciones laborales

Autor: Jesús Alarcón Fernández. Coach  ejecutivo y sistémico CORAOPS.

Me he permitido hacer una  aproximación al lenguaje que se utiliza en el mundo del trabajo y  tras una mínima profundización he tomado conciencia del largo camino que tenemos  por delante como Coaches. Al menos, así lo entiendo yo.

Por empezar por lo más básico, la denominación más extendida de los estudios universitarios relacionados con las personas y las relaciones laborales es la de “Recursos Humanos”. Tan solo he encontrado una Universidad, en Madrid, que haya sustituido esa denominación por la de “Dirección y desarrollo de personas”.

Es frecuente también que en el mundo de la empresa se conceptúe a los empleados como “capital humano” o se haga referencia a ellos como su “mejor activo” o “factor trabajo”. Tanto la palabra “recurso” como estos tres últimos, son términos vinculados al lenguaje financiero, económico o mercantil  y de aplicación impropia cuando se habla de personas. Fundamentalmente, porque las posiciona al mismo nivel que otros recursos productivos de la empresa, lo que, a mi juicio, pudiera ser la primera invitación a “gestionar” a las personas de igual manera que al resto de recursos. Y además, este lenguaje despersonaliza, deshumaniza y discrimina a la figura del empresario, como si este, en verdad, no formara parte del colectivo humano de una empresa.

Otra reflexión me ha surgido tras realizar un breve análisis del Estatuto de los Trabajadores y algunos Convenios Colectivos. Merece destacarse el hecho de  que el lenguaje que se plasma en las normas básicas que regulan las relaciones laborales evoca un clima de enfrentamiento y rivalidad poco productivo para la convivencia armónica en el seno de las empresas. Y además, potencia la división de las personas entre clase trabajadora y clase empresarial. Y lo que divide, separa.

Se puede destacar que aunque en algunos textos se ha sustituido la denominación “Poder de dirección del empresario”, que sugería la dirección basada en el poder, por  la de “Facultades del empresario”, todavía siguen constando un número de obligaciones propias del ejercicio del poder que a unos y a otros les confieren las normas. De una somera lectura de estos textos se puede presumir la desconfianza y la permanente sospecha que la aplicación de la normativa  ha trasladado a las relaciones laborales. Hasta el punto que los protagonistas han de vigilarse entre sí, como así se expresa en numerosos artículos.

Algunas frases como: “Inviolabilidad de la persona del trabajador”,  “verificación del estado de la enfermedad, “el trabajador debe al empresario la diligencia y colaboración…”posicionan a los protagonistas en un ámbito de desconfianza mutua y recelo permanentes, donde cada parte del contrato debe permanecer en alerta ante el presumible engaño de la otra. Estos ejemplos son solo una mínima parte de lo que se podría descubrir en un análisis detenido de nuestra normativa laboral.

Pudiera ser que todavía las relaciones laborales no puedan ser entendidas de otra manera, pero yo prefiero creer que otro lenguaje es posible.

Un tercer ámbito, igualmente improductivo para las relaciones entre personas, es el lenguaje que utilizan algunos agentes sociales. Los sindicatos más representativos utilizan un lenguaje poco conciliador. Basta con  navegar por sus páginas web o escuchar los mensajes que lanzan en sus concentraciones  para observar cómo posicionan al colectivo que dicen representar. “Te están quitando tus derechos” “El empleo que nos dan es precario”. Se trata, sin duda, de explicaciones tranquilizadoras donde otros son los responsables de tu destino y de tus problemas. Y esos otros, también son quienes tienen la obligación de solucionarlos. Y lógicamente,  del mensaje se puede deducir que si los otros son los responsables de crear empleo, también lo son de su destrucción y de la calidad del mismo. Las organizaciones empresariales de ámbito superior, por su parte, parecen haber admitido ese rol sin percibir cómo quedan posicionados  los empresarios ante la sociedad. Humanizar la figura del empresario es responsabilidad de todos, también de las instituciones empresariales.

Así las cosas, ¿por dónde empezamos?, ¿podemos imaginar cómo se entenderían las relaciones laborales si sus normas estuvieran redactadas con otro lenguaje más generativo?, ¿cambiarían los roles de sus protagonistas? Seguro que sí.

En cualquier caso, es gratificante creer que al final de este camino nos aguarda la restauración de valores como la confianza, la comprensión y el compromiso. 


Xerox invierte en talento

Xerox firma un acuerdo de colaboración empresarial de cuatro años con la Fundación San Telmo apoyar la labor que desarrolla la fundación a través del Instituto I. San Telmo.

Que las personas son el mayor bien de una empresa y que estas son lo que son gracias a ellas lo sabe muy bien Paloma Beamonte, presidenta y consejera delegada de Xerox España.
Según ha expresado “La innovación en Xerox no sólo está en el desarrollo de productos, patentes y soluciones, sino también en la búsqueda de talento. Somos una empresa de cantera, pero también apostamos por el nuevo talento que aporta nuevas ideas a nuestro negocio. Y para encontrarlo es fundamental apostar por iniciativas que ayuden a fomentar las actividades de formación, que es donde realmente reside el desarrollo del talento. Por eso para nosotros es muy importante colaborar con una de las instituciones de referencia en esta área, que además nos ayuda a seguir motivando a nuestros empleados y a mantener el buen entorno de trabajo que nos caracteriza”.
Esta reflexión resume las razones por las que Xerox ha decidido firmar un acuerdo de colaboración con la Fundación San Telmo.
Con este convenio, Xerox fomentará las actividades formativas como seminarios, jornadas y encuentros, así como las actividades de investigación que realizan las áreas de conocimiento en que se agrupa la labor académica de los profesores de esta institución. La compañía también patrocinará eventos singulares, actividades de formación específica y una iniciativa anual para la concesión de premios  a la excelencia en las diferentes áreas de conocimiento cubiertas por la fundación.

Además, los empleados de Xerox que quieran asistir en calidad de alumnos a los programas y actividades formativas desarrolladas por el Instituto, podrán beneficiarse de diferentes tipos de becas y descuentos en las matrículas.

Desde AGM aplaudimos esta iniciativa y le deseamos el mayor éxito posible.


AGM pionera en SLD

El departamento de nóminas de la Asociación ha sido elegido por la Tesorería General de la Seguridad Social para formar parte del nuevo proyecto “SISTEMA DE LIQUIDACIÓN DIRECTA”, con motivo de la buena gestión demostrada a lo largo de los años en el ámbito de afiliación y cotización a la Seguridad Social.

En el año 2015 cambiará la forma de relación entre la TGSS y las empresas y profesionales gracias al Sistema de Liquidación Directa. La puesta en funcionamiento de este nuevo sistema de liquidación supone una transformación decisiva basada en la simplificación de la obligación de cotizar y una mayor transparencia del sistema.
Con el Sistema de Liquidación Directa, es la TGSS la que calcula los Seguros Sociales, aplicando las reglas de cotización vigentes en cada momento,  teniendo en cuenta, además, la información que les hacen llegar las Entidades Gestoras y Colaboradoras (Mutuas de Accidentes, INSS, SEPE…) para generar un borrador de liquidación. De esta forma se minimizan los errores y se garantiza una mayor seguridad jurídica para empresas y profesionales.